Debo amar intensamente. Pagar la cuota de alimentos. Lidiar con mi ex sus pretensiones. Visitar a mis hijos a su antojo. Arreglar el auto. Conseguir que el mundo se ampare de mí y frene un poquito. Pagar las cuentas de teléfono que cada vez las entiendo menos. Reclamar la plata prestada. Pagar las culpas del bienestar. Vivir de pie en un universo volado. Volar entre tanta gente de pie. Colgar de una nube a mis clientes. Decir la verdad entre mentirosos. Sonreir entre amargos del corazón. No mirar tanta tele. No prejuzgar apariencias. Visitar a mis amigos más seguido. Sentir el viento en la cara. Alimentarme sano. Tomar más agua. Fumar menos. Aprender un buen “jaque mate”. Jugar al fútbol sin hablar tanto. Llegar temprano al trabajo sin excusas. Tomar vinos caros. Responder sin reaccionar. Reaccionar solucionando. Soñar. Terminar “La conjura de los necios”. Publicar “El color primario”. Viajar. Dormir en tus brazos. Leer en la camita. Escribir mejor. Terminar los proyectos inacabables…. Tocar mejor la guitarra… mirarme en los ojos de quien me quiere… luchar por mis deseos…
Me recuerdo todo porque casi siempre me olvido de mí por ser agenda de horarios que, vaya paradoja, siempre conducen al mismo sitio.
Me recuerdo todo porque casi siempre me olvido de mí por ser agenda de horarios que, vaya paradoja, siempre conducen al mismo sitio.