hay días en que zambullirse en el teclado
no asegura salpicarse de palabras.
hay días en que la lluvia no molesta
e invita a la más pura sensualidad.
hay días que muero de sed a metros del mar
mientras la arena me lija el paladar.
hay días en que todo comienza de nuevo
y comenzar es el fin de algún otro juego.
hay días en que no camino ni hablo
y me duelen algunos días que me han pasado.
hay días en que calmo la furia viéndola
reírse de mí en un espejo.
hay días que pasan sin platillos ni orquestas
esos son los días en los que espero,
espero que me duerman tus besos.