Se esfumó el dinero. Entre tantas idas y vueltas al mundo de la corporación decidió evaporarse. Nadie extraña al papel del tener en Bosque Lindo porque al hacerse aire se volvió al canje. Nadie extraña algo que no necesita. Hay algunas mentes que brillan en el paraje. Traen consigo volver a armar y a establecer medios que realmente instalen risas. Es necesario aprender y valorar. Entre las mañanas que invitan al paseo y el olor a pan recién horneado, la casa que más se visita es la de Mara Caliqueo. Su morada se ha convertido en oráculo de consulta. Todos se acercan a preguntar. Ese es el verbo que más se usa por éstos confines de la tierra en donde la tierra habla y manda. Mara es una tierna mujer que no tiene edad para morir. Es increíblemente bella. La acusan de sabia y ella responde que solo quiere preguntar. Sabe oficios que le dan vivir. Escucha y acompaña silencios. Reserva y confronta miedos. Acaricia las caras para saludar y la tierra para sembrar. Recuerda sin recelos los días en que se medía el dar y aquél tiempo está bien lejos en el tiempo. En Bosque Lindo no hay que pagar condenas por no tener. Es sabio reconocer qué es lo que verdaderamente se tiene. Mara sabe que para muchos su sitio es un caserío y que siempre se quiere etiquetar en vez de nombrar. No hace mucho Mara se propuso confeccionar un censo que les reveló identidad. La página consignaba en pocas líneas; Poblado de casitas de madera y miel. Puertas y ventanas abiertas a la posibilidad. Calles que se funden en el bosque. Almas que comparten las ganas y cuando no tienen ganas también comparten eso. Lugar de la danza y los abrazos perdurables. Potros que viven en el prado. Vacas. Harinas. Lechuzas y tomates. Acelgas y rosales. Jazmines y liebres. Cañas y grosellas. El agua más cristalina de todas. No es que Mara Caliqueo no sepa contar. Es que ella cree que contar con números es medir. Ella agradece. Ella no mide. Es que en Bosque Lindo los números cayeron en desuso y la naturaleza juega a vivir en sus propias reglas.
Me gustan mucho todas las sensaciones que emanan de este texto tuyo, invita a reflexionar y ver la vida bajo otros matices y luces serenas muy acogedoras...un besito
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ResponderBorrarDespués de conocer este mundo de tanto tienes tanto vales o...
ResponderBorrartanto sabes, tanto vales,
vivir en Bosque Lindo sería retornar a lo esencial.
Para algunos, lo único ya.
Paraíso sin medida.
beso,
todo se esfuma entre las ideas cuando son mas densas que el aire.
ResponderBorrarMe gustaría aprender a contar como la prota de tu historia y dejar de buscar más... solo a veces...
ResponderBorrarUn beso.
Me encantó ubicarte escribiendo.
LADY JONES
Precioso lugar en el que el tiempo se para y sólo se sabe vivir.
ResponderBorrarMuy bonito relato.
Besos
Hola!
ResponderBorrarCuánto tiempo!
Madre mía, cuántos seguidores, se ve que ya te has hecho famoso ;)
Espero que te acuerdes de tus amigos de cuando no eras una celebridad ;)
Besos.
venía yo con el lunes a cuestas y mara coliqueo lo ha trasnformado en loco día de primavera.
ResponderBorrargracias por eso!
Alexia, bienvenida y gracias por tu calidez.
ResponderBorrarbeso,
Juncal, escribo un lugar así. No sé si realmente existe, pero ya seríamos dos en creerlo, no?
beso,
Magnolia, magnifico aporte.
gracias.
beso,
Lady...por lo del café de la calle Rodney. Está bien, ahora el maestro está en el café de parís en vicente lopez deleitando los finde con pedidos a la carta,
me acabo de enterar,
beso.
Gala, tal vez esa sea realmente la intención de éstos relatos.
gracias y beso.
Lisaaaa amiga crepuscular...es que habias cerrado el blog...o eso me pareció. Volveré a leer tus posteos noctámbulos. tengo escrito algo vampirezco que postearé luego de la saga de estos relatos de Bosque lindo.
beso,
Miralunas, bueniiiiiisimo. Espero que sea la semana de primaveras y porque no el resto de los días!!! (pedí mucho no?)
gracias y besos.
Dime que existe ese lugar, porque creo que allí tengo un huequecito para vivir!
ResponderBorrarY si no existe, eso significa que lo has descrito de la manera más imaginativa y bella posible!
Besos sin números!
Mercedes, escribo y existe. Al menos, eso tiene un existencialismo. Tal vez, son historias deformadas de lo vivido, como toda historia.
ResponderBorrarhay sitios donde es así.
eso lo sé.
eso lo ví.
eso lo viví.
beso,
pinos y violetas/jazmines y magnolias
ResponderBorrarmil besos!
Me gusta que tu Bosque no esté en los mapas, al menos no en los que todo el mundo lo buscaría... Sigue el sendero, lleva a otro de abrazos dulces
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