Sofía no podía hacer pie. Estaba entrando en un lodazal. Su vida no cambiaba tan repentinamente. Estaba realmente aturdida. Al salir de ahí, tal como lo mando su jefe, se fue de compras. Recorrió la avenida Santa fe para confundirse aún más. Quería gratificarse. Gabriel tenía que viajar a tucumán. Entonces llamó a Franco. El encuentro fue en plaza San Martin de Retiro, entre los trajecitos y las corbatas porteñas como fondo de un desfile de modas urbano.
---Realmente no pude dormir--- dijo ella.
---Tampoco yo--- acompañó él.
---Hablé con Renato, quiere hablar con vos…cuando estés lista--- le aclaró.
---Es que estoy muerta de miedo, ¿Cómo querés que entienda una situación así?, ¿Cómo pudo mi vieja ocultarme ésto durante tantos años?, ¿es que no pensaba decirme que Renato era mi papá?---entre sollozos exclamaba.
---mirá, Sofía…a veces no se entiende el universo de los otros, las personas son buenas hasta que se asustan, eso es lo único que tenés que saber. Lo demás es tan solo hacer para estar mejor cada día, haciendo lo que más te guste. Todos llevamos cargas dentro. Esto no lo vivas como una traición, ni de un lado ni de otro--- explicó Franco.
----Estoy tan confundida, éste viaje está al revés. Tendría que estar con mi vieja en este momento. Tendría que verle la cara--- casi gritó Sofía.
---Es lógico que te sientas así, pero si no venías nunca lo hubieras sabido. --dijo y llamó al silencio unos minutos.
---Realmente no pude dormir--- dijo ella.
---Tampoco yo--- acompañó él.
---Hablé con Renato, quiere hablar con vos…cuando estés lista--- le aclaró.
---Es que estoy muerta de miedo, ¿Cómo querés que entienda una situación así?, ¿Cómo pudo mi vieja ocultarme ésto durante tantos años?, ¿es que no pensaba decirme que Renato era mi papá?---entre sollozos exclamaba.
---mirá, Sofía…a veces no se entiende el universo de los otros, las personas son buenas hasta que se asustan, eso es lo único que tenés que saber. Lo demás es tan solo hacer para estar mejor cada día, haciendo lo que más te guste. Todos llevamos cargas dentro. Esto no lo vivas como una traición, ni de un lado ni de otro--- explicó Franco.
----Estoy tan confundida, éste viaje está al revés. Tendría que estar con mi vieja en este momento. Tendría que verle la cara--- casi gritó Sofía.
---Es lógico que te sientas así, pero si no venías nunca lo hubieras sabido. --dijo y llamó al silencio unos minutos.
---Todo sucede por algo. Ese algo se llama vivir…---concluyó Franco.
Ponga un Franco en su vida.
ResponderBorrarCapaz de ver claro
Capaz de hacerlo ver
Capaz de empujar los miedos
Capaz de llevar de la mano...
beso,
Me gustó el detalle de llamar al silencio unos minutos.Invitar o provocar la refexión una vez abierto el camino.
Sí, debería de haber un Franco en cada pueblo.
Me gustó el relato y sobre todo esa visión que describes "las personas son buenas hasta que se asustan,". Es verdad, a veces uno miente o crea a su alrededor sombras extrañas, solo por el puro susto de la verdad. Muy Inteligente
ResponderBorrarMe ha gustado como a Luis ese "las personas son buenas hasta que se asustan". Ay, Mr. qué de verdades estamos poniendo sobre la pantalla esta semana, no crees?
ResponderBorrarUn besazo en forma de globo de helio que llegue hasta tu Buenos Aires y te invite a bailar.
Un beso.
LADY JONES
PD. Ahora suspiro, ay...
cuanta verdad...me gustó mucho eso de que las personas son buenas hasta que se asustan..
ResponderBorrarCreo que hay mucho de eso en todos los ordenes.
Muy bueno el texto
Saludos
Berenice
Relaciones humanas a veces complejas otras sencillas y cotidianas, pero tan certeras y humanas que creo tener el recuerdo de algo aquí expresado y vivido, mis hum ildes felicitaciones y cálido abrazo!
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