En tu piel,
tu muro de nombres,
que ha dejado mi alma ciega
por mis propias consecuencias,
se alcanza a ver el graffiti de mis deseos,
se lee…
No claudiques en el anhelo de ser feliz, aún cuando no lo hayas sido conmigo.
Entonces, la lluvia y el tiempo lavarán las penas
y la naturaleza no nos hará el resto.
-.-
tu muro de nombres,
que ha dejado mi alma ciega
por mis propias consecuencias,
se alcanza a ver el graffiti de mis deseos,
se lee…
No claudiques en el anhelo de ser feliz, aún cuando no lo hayas sido conmigo.
Entonces, la lluvia y el tiempo lavarán las penas
y la naturaleza no nos hará el resto.
-.-
La primavera vuelve, en su eterno ciclo...
ResponderBorrarMil besos!
Tienes razón sereno, no hay que claudicar, la felicidad siempre nos espera.
ResponderBorrarUn gran beso.
(el comentario que dejaste en mi blog es precioso, gracias)