Algo me pasa al ver la luna. Es bueno que me pase. Ella guarda secretos de quienes le han confiado. Es verdad que la regalaron muchas veces. Es verdad que la valoraron poco. Es la ofrenda de los que se conectan con el amor. Con la amistad. Con uno mismo. Es un espacio en el espacio para el que se atreve a soñar y a pensar. Es una compañera en el camino a la emoción. El faro natural de los amantes en el mar de la tranquilidad. La guía de los marineros perdidos en el mar de la serenidad. El reflector del recital de las sirenas en el mar de la espuma. Todavía me conmueven sus mares. Hace algún tiempo la descubrí observándome de cerca. Cantándome. Imaginándome en ella. Cuando era un niño de valiosa inocencia no sabía que sólo había una.
---Abuelo, ¿ cuándo voy a saber si estoy enamorado?---pregunté con 10 años alguna vez.
--- Cuando veas a la luna y pienses en una mujer. En una sola. Por la que vas a caminar las noches.--- aseguró el gallego sabio.
El viejo tenía razón. Ese nombre se enquista en sus mares y se rubrica en el alma. Así se lleva una parte de uno. La que navega y naufraga en el mar de las crisis.
Al día siguiente fui a la escuela. Y bien temprano, hipnotizado por ambos influjos, encaré a la más linda de la clase.
---¿ En quién pensás al ver la luna?--- pregunté mientras se evaporaba la vergüenza.
--- En mi papi, me lleva a disney y nos compramos de todo---me dijo.
Evidentemente, otros mares nombraban su luna.
Qué bonito! Es que no pienso decir más. Me quedo con el sabor de boca tan bonito que has dejado esta noche para mí, Mr. Sereno.
ResponderBorrarUn beso.
LADY JONES
Que exacto tu abuelo!
ResponderBorrarMe imagino que la mas linda de la clase dejó de serlo en el instante de la respuesta, para ese niño que a los 10 años ya buscaba en su interior.
Abrazo!
Tu abuelo era un gran sabio. Las curvaturas de la luna y sus sonrisas pícaras.
ResponderBorrarBello amigo
Mis besos sentada en una estrella pequeñita.
¡Pero qué historia más linda, Sereno!
ResponderBorrarLlega hasta aquí la ternura la de ese abuelo guiando sus primeros pasos en el amor.
Besos
Linda historia.
ResponderBorrarLa luna es parte de los secretos del sol.
No me extraña que hayas tenido esa sensibilidad tan temprana.
Besos.
ah...eso es!!! porque cuando la miro pienso en el alma del que me invita a caminar.
ResponderBorrarlindo tu abuelo....
besojos, secretero!
Otro delicioso bocado de poesía que llevarse al alma...querido amigo Fabio. Hoy no te voy a dejar ningún ensayo, sólo pedirte que te pases por mi blog a las 00h del 24.....allí tienes para tí un regalo, de corazón ,espero haber sabido envolverlo.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo.
Enrique.
Ay, el influjo de la luna ...
ResponderBorrarCapaz de provocar mareas y remover corazones.
Capaz de emborrachar con su reflejo y abrazar con su penumbra.
...Pero la linda estaba en la luna.
beso,
Excelente amigo..
ResponderBorraracá decimos de tal palo
tal astilla..
me encantó tu post.
Cálido abrazo
Cuantos amores y desamores encierra la luna.
ResponderBorrarA esa niña le quedaban muchas lunas aun por vivir.
Excelente como siempre.
Un beso
creo que la luna es dueña de todos los mares de la tierra, decide el ritmo, el tiempo y la intención de las mareas. sus mares interiores, deben ser los mares de nuestro corazón y claro...no todos tenemos el mismo corazón. por suerte se ve tu corazón entre las sombras de la luna. un beso.
ResponderBorrarHermoso relato, me encanto!
ResponderBorrarLa más linda de la clase quedaba cegada por el rsplandor; en cambio, tú estás dentro del grupo de quienes saben ver incluso la cara oculta de la luna.
ResponderBorrarBesos de cuarto creciente!
Fabio:
ResponderBorrares una verdadera ternura lo que has escrito me encanta... ademas tu abuelo un sabio enamorado...¡genial!
Beso