Huelo al último hasta pronto.
A la risa que lo puede todo.
Al simple encuentro de la piel.
A tu saliva curándome en la noche.
A ese recorrido reiterativo
de los sentidos sentidos.
Ahí, la plenitud
Vivo sin morir.
Y cuando me refleja el espejo
me doy cuenta que
sigo vestido de vos.
Sus olores en mi piel
ResponderBorrarTransminan mis sentidos
Nublando los pensamientos
Quedanto solo: Raquel
Coño Sereno, estás jodidamente engualichado
ResponderBorrar:)
Beso
Estercita
Coincido.
ResponderBorrarYo tambien me veo reflejado de ella.
Abrazos.
Bonito sentido del Poema.
ResponderBorrarBeso.
ey! qué lindos versos!
ResponderBorrarversos de verdad.
saludos, Sereno!
Reviva esos aromas, Sereno. Desvístase de reflejos y vaya a su encuentro...
ResponderBorrar( es que lo ha escrito tan lindo, que dan ganas de que ese recuerdo vuelva a ser realidad!)
lleva un vestido de luz...........
ResponderBorrar¿Será que habrá que travestir el amor?
ResponderBorrarLlego hasta aquí, desde el blog de Cecy porque me gustó El sereno de los faros, adoro los faros y me encanta esa soledad tan consentida que hay en ellos... Me encanta el paisaje que se otea desde sus atalayas....Me encanta ver los atardeceres desde sus acantilados ...y dejar volar mi imaginación hacia horizontes lejanos... Me gustó tu blog y lo que él transmites. Un saludo . Se me olvidaba, las fotografías de los faros ¡ bellísimas!
ResponderBorrarEs que estamos vestidos con la piel de quien amamos, Fabio.
ResponderBorrarSé que escribis siempre desde el alma, que tu corazón late en cada palabra, por eso huelo, veo, rozo tu vestido y celebro que ames de esa manera.
Un abrazo fuerte