---Acá no podés estacionar flaquito.---
---Esperá…a ver…(reviso mi mochila y enciendo el aparatito).---
--- Acá está reservado para el intendente.---
---Explicame.¿ El intendente tiene reservado éste lugar?. Estamos a tres cuadras de la intendencia.---
---El viene a tomar café todos los días a las 11.---
---Me parece que estamos en la época feudal. Si estaciono acá es porque no hay carteles que indiquen lo contrario.---
---Mirá. Te voy a levantar el cuatriciclo. Pagás el acarreo. Se lo explicás al juez de faltas o hacés una solicitada. A mí no me importa. Me encanta joderle la vida a los demás…---
---Woww…toda una declaración de autoridad. No hay problema. Tengo un ratito antes de la reunión. Voy al juzgado a que el juez escuche nuestra interesante conversación.---
---…---
---¿ No te dije que te estaba grabando ,no?---
(Caso real. Patéticamente real.)
Y es que 'esas' realidades abundan en estos 'tiempos'...
ResponderBorrarAunque la mente primitiva nos ha condenado a cadena perpetua.
(además de la grabación, lo hubiera flasheado o capturado en una instantánea) je!
besos
nuiT.·*
jajaja! A usted le encanta joderle la vida a los demás!
ResponderBorrarMe lleva una vuelta en el cuatriciclo? O se lo acarrearon?
Un beso
Qué bien viene tener un grabador a mano....!
ResponderBorrarUn abrazo!
Usos y costumbres de esta època, tener un aparatito en mano. Que contradicción no? Digo por que el intendente todavía anda a caballo!
ResponderBorrarAbrazo Sereno en hiperproducción!
mmmmmmbrrrrrr...........desde ahora no voy a animar a hablar nada con ustè!
ResponderBorrarsaludos