“... era tan sensible que desde que estaba en el vientre de mi bisabuela lloraba y lloraba hasta cuando ésta picaba cebolla...”
Tita de "Como agua para chocolate" de Laura Esquivel.
En la cocina todo es cocción.
Se deshacen mis dedos de amianto
en la sutileza de sazonar.
Tu mirada a fuego lento
matiza el deseo sin bordes.
Nos acorrala el sabor.
Todo sabe mejor cuando es compartido.
Mientras condimento la ensalada de ansiedades
ríen las bocas entre la salvia y el tomillo.
No sabía que también cenaríamos.
La mesa está servida.
ResponderBorrarDisfrute ese banquete como yo de esta rica cena que ha escrito.
Un beso, Sereno
Después de leer este delicioso poema ya no me quedan dudas que en algunas ocasiones, el mejor campo de seducción es la cocina.
ResponderBorrarUn beso.;-)
Y además seguro que hubo repetición de algún plato...
ResponderBorrarUna delicatessen, tu cena de letras!
Besitos!
Bonita película. Tan delicada como el esmero y el cariño de su cocina.
ResponderBorrarComo la delicadeza de tus letras a fuego lento y tu buffet para dos.
La ansiedad como plato principal aderezando con sabores la llegada de dulce final.
El postre.
beso,
Un momento especial, como tu ensalada. Luego llega el resto, los aromas convocan, atraen, seducen, hechizan. Nomás estar preparado para sorprendernos en cada bocado, cada brindis, cada abrazo.
ResponderBorrarLlegué hasta aquí atraída por los secretos del sol y por el mago solar que me encendió un faro. Y me alegra haber seguido la luz.
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