jueves, 9 de mayo de 2013

Llegaste

Llegaste temprano y casi sin preguntar te dejé entrar. Abriste los candados y las llaves de hierro forjado como solían hacerse a la antigua. Sólidas y perpetuas. Ví que tu suavidad lo colmó todo y me perdí en algún lugar sin retorno. Olvidé los desamores y las penas. Se esfumaron. Las cicatrices suelen ser heridas que tienden a superarse. Al cerrar los ojos dormí una siesta casi interminable en tu regazo imaginando futuro. Proveyendo bonanzas. Todo fue frágil y enérgico como una mueca que sería carcajada. Ahí en el ensueño de creer que serías mi futuro, ahí nomás, te comencé a amar.

sábado, 4 de mayo de 2013

Y qué sé yo.

Y qué sé yo si volver es escribir de nuevo. Y que sé yo si escribir de nuevo es imaginarse ser leído. Y qué sé yo en donde andará la cabeza al terminar éste escrito. Y qué sé yo si terminarlo no implica un recomienzo. Y qué sé yo si me deambularé con las palabras como me desvela la incertidumbre. Y qué sé yo si morderé la realidad con remordimientos.Y qué sé yo si sé lo que creo saber. Tal vez sea que nada sé de lo que tengo que saber.Y eso es lo que se sabe por siempre.