martes, 31 de marzo de 2009

Soledades y sueños


---Llevo cinco años en Alicante y no pasa un solo día en que no recuerde mi vida en Buenos Aires, la familia, los amigos, el barrio… ésta soledad tiene un precio altísimo y no la puedo pagar con el cuerpo—me dijo Dani desde una voz perdida en el teléfono.
--- no te olvides que alguna vez elegiste eso--- le contesté.
--- no me olvido que lo elegí centrado en las expectativas de un sueño. Cuando llega el sueño, la realidad es otra a la imaginada.---
--- Así es amigo…. Así es… vení cuando quieras y acordate que no estás volviendo a lo que dejaste alguna vez---


Sobre la soledad y los sueños, que mal enseñado estoy. Estar solo es estar con uno mismo. Que difícil es aprovecharlo. Se está solo en cualquier momento y en cualquier lugar. A veces se esta solo por efecto y otras por defecto, y hasta se está solo con alguien al lado y también se siente al otro solo. Son insoportables las soledades no deseadas. Ver a través del único cristal con el que se dispone. Lo primero que se viene a la mano son las memorias, las viejas y las recientes, y no hay en eso verdades que valgan. Aquellas incidencias de otras personas buenas o malas, cercanas o lejanas. La memoria dispara en la frecuencia exacta. Sobre vidas pasadas, sobre el mismo cuero que no olvida. Entonces, hay besos que pueden al olvido. Hay marcas que enriquecen y otras que lastiman. Todos esos años de gente se mezclan en la licuadora de pensamientos. Sintetizan una forma de vivir. La soledad se asocia a la melancolía, al desapego, a la locura, a la tormenta de ideas, a la reflexión, a los sueños de encontrar lo que uno necesita, a la vida misma. Así es que se esta soñando en soledad siempre solo. Se comparte el sueño, no la soledad. El sueño cuando se cumple asusta, y es primo cercano de la soledad. Sale del canal en el que estaba y se vuelve real. Se sueña lo que vendrá con el vestido perfecto para la ocasión, pero aparece y desnuda lo que realmente es. Se trata de campos diferentes. La realidad y el sueño. Se vive buscando anticipar al cambio de ideal al real, se pierde desde el vestuario del sueño por goleada. Anticiparse suele ser conjeturar, y trae consigo inevitablemente expectativas y sugestiones. Entonces, La sorpresa es como un capítulo aparte. La soledad puede ser asombro del aprendizaje. Los pensamientos suelen ser muros durante la soledad no elegida. Cuando se elige estar solo, la montaña llega a mahoma y reposa en el pie. Se mira se disfruta y hasta se trabaja. A veces cuando salgo de la soledad, elijo estar con alguien que entienda que existe ese espacio reservado, indomable, la piedra filosofal, el escondite. Lo difícil es hallar a quien elija sus soledades, pero que no se haya acostumbrado a eso. Miro al mundo girar alrededor de sueños y soledades. Vienen y se enquistan, a veces sin pedirlo, con determinación abrumadora en el día y la noche. Si se elije, vale. Si se encuentra, no. Mal se pagan amores por soledades. No cotizan en la bolsa de los valores. No se debería temer a la página en blanco. En apariencias vacía de nada o de sabor a nada, pero no sabemos que realmente a algo sabe. Claro, las cuestiones cambian. Las perspectivas de lo que sucede también. Las personas se encuentran para no estar solas. Mundo de comunicación incomunicado junta a la gente. Une soledades. Con frecuencia, mi mirada me condiciona a entender otras miradas solitarias. Cuando el destino viene está en uno adecuarlo. Soledades y sueños. Como todo crea costumbre, y eso a su vez comodidad, uno cree que está mejor solo que mal acompañado. Es falso. Se elije estar solo, para conectar con los chips internos, los sueños y la reivindicación del valor por la vida. Al menos así me lo ha demostrado vivirla.
Soledades y sueños de una noche rara de Buenos Aires. Escribo desde la construcción de la soledad elegida y del sueño para compartir.

sábado, 28 de marzo de 2009

La reina de corazones


















Que hayas venido cambio mi vida. Nada sería igual después de verte. Aprender todo de nuevo. Desde el cielo, desde el amor. Lloré al verte mamar. Sentí tus risas calando hondo. Siempre más intensas que las mías. Se abrió mi dar naturalmente. Volví a jugar. Revalué los abrazos. Perdí la noción del tiempo en tus ojitos. Sentí tu mística telepática, la sigo sintiendo. Conquistaste mi alma para siempre, por siempre.
Hace diez años que son como miles en mi nombre nuevo.
Me instalaste el sentido de la vida.
Darse cuenta.
Nada será como ha sido, pues siempre vendrá lo mejor.

Es tu cumpleaños reina, y es felíz fiesta para todos nuestros corazones.

jueves, 26 de marzo de 2009

Sin miedo

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Quisiera vivir sin ordenar el caos.

Sacar las rejas de tu ventana.
Me enjaulan.
Los cerrojos de tus puertas.
Me encierran.

Ser humano en un ser humano.

Sin etiquetas,
Así de simple.

Me nombraron cuando llegué,
Aprendí etiquetando sentimientos.

¿A dónde se fueron las palabras que nombraban verdades?
¿Cuánto se viajaba para llegar al cielo?
¿Cómo reían nuestras bocas?
¿Qué precio tenía el valor?
¿Quién se robó el mundo?

Las noches galopo a rienda suelta,
He de ser potro en tu campo de estrellas.

Para que el alma no me quede apagada
O fuera del área de cobertura.


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martes, 24 de marzo de 2009

Vivencias con mis maestros.



Uuuuhhhh papiiiiii....

(Giuliano 6 años)


Ibamos al centro por la avenida de lo pioneros a la altura del km 3. Era otoño en Bari, lloviznaba y estaba un tanto gélido el aire afuera. Encendí la calefa para entibiar el clima en el interior de la camioneta. Chulo tenía 4 febreros pasados y cual vigía espectador, viajaba en el medio del asiento trasero meneando la cabeza al compás de un cd de billy idol. Sonaba "Flesh for fantasy", de lo mejor del punk venido a lo comercial. Cuando viajábamos solos los dos, solíamos tener nuestros momentos de intimidad musical. El imitaba al batero y cantante, y yo en la guitarra imaginaria le acompañaba los temas. Así, mientras tocábamos paseábamos. Yo tenía tos. El jarabe de sauco, expectorante natural, hacía sus efectos y me aflojaba el pecho. Consecuencia de eso escupía. Le había enseñado a Chulo a no escupir por la ventanilla de los autos. Una contradicción de padre, una de tantas. Así fue, que tosí en una interminable curva y sus ojitos cansinos me clavaron la mirada para saber que era lo que iba a hacer con el asunto. Lo ví por el espejito retrovisor. Tenía que escupir. El asunto era definir cómo. Entonces fue que para distraerlo, inventé una liebre a la vera de la ruta...

---¡ Chulo, mirá una liebre.....una gigante...ahí al costado!---El peque abrió los ojos buscando el asombro, y replicó.

--- ¿Dónde, dónde paaaa?---

En ese sublime instante en que miraba para otro lado, bajé la ventanilla y escupí.

---Mirá ahiii.....uuuuhhhh te la perdiste hijo---

---uuuuhhhhh papiiiiiii......---

Meneó la cabeza apenas derrotado y se hizo un silencio en el habitáculo que hasta Billy Idol calló.

Se acercó a mi oído izquierdo y balbuceó...

---¿Cuando viste la liebre....antes o despues de escupir?---





Cuestiones de Baile

(Renata, 9 años)




Reni tiene 9 y cree tener 19. Es una maga y tiene la onda encantada de estrellas. Es una estrella. Se reinventa siempre para pasarla bien. Se acomoda en lugares en los cuales la dejen brillar tranquila. Es nunca sencilla, antes muerta, obvio. Es agrandada por bonita y caprichosa por ser la primera. Quiere ser cantante y adolescente. Es plástica y flexible. Baila danzas árabes y claro, es solista en el grupo. Hace un tiempito que viene con la idea de ir a las matiné de los boliches de onda. Quiere contarles a sus amigas la experiencia. Quiere sobresalir como todo astro. Siempre me pregunta, al pasar por los bailes en la costanera, cuando la voy a llevar ahí. No me canso de repetirle que eso es a partir de lo 12 o 13 años, y empieza a sacar cuentas para saber cuanto tiempo más tendrá que soportar ese suplicio. A sabiendas, que el suplicio seguramente será mío el día en que comience el candombe. Una noche estrellada, no podía ser otro el escenario, me trajo una propuesta.
--Tengo una idea para entrar--- me dijo al tiempo en que sacaba de su bolsillo un croquis del plan en papel de calcar.
-- a ver….---consentí.
-- Me disfrazo de enferma, en silla de ruedas, abajo vestidita ,¿no?, y le decimos que salí de la clínica con un permiso especial para conocer el lugar, cuando estemos adentro ya nadie se va a dar cuenta, ¿no está bueno?---



El sanador

(Santino, 3 años)



Santi, el benjamín de mi familia, es un sanador. Sin darnos cuenta es un fiel reflejo de su nombre. Mis otros hijos tienen, no por menos importantes, otras cualidades y competencias. Distintas, atrapantes y atractivas. Pero Santi logra brillo en lo opaco. Esclarece lo oscuro. Como cualquier otro niño vive en un mundo de fantasías e ideales y comulga como puede el otro, el de los mayores. Da explicaciones por las cosas más inverosímiles y se resguarda en el refugio de ser el más chico de la zaga. Tiene apenas tres agostos vividos y la conciencia de un sabio. Sabe dirimir entre el bien y el mal, y entiende a su forma los mundos que se le presentan sin espacios ni tiempos. Cree que ayer será mañana y que vivimos todos en el radio de una manzana. Bariloche dista de Buenos Aires lo que la puerta de su casa al kiosco en su cabecita. No más que eso. Las distancias miden lo que sienta su corazón. No las hay realmente. Enseña con eso, aunque no lo sepa enseña. Estábamos en un conflicto por la cama más grande, la matrimonial, así se llama aunque no te cases o duermas solo .Los peques mayores se la disputaban haciendo promesas que no iban a cumplir y la cuestión tomaba tildes y bemoles agresivos entre las partes. Ahí decidí intervenir con una propuesta conciliadora. Todos dormiríamos en la misma cama. La discusión pasó a otra etapa y ya se peleaban por cualquier otra cosa. Miré el reloj y confirmé que era la hora de Herodes. Mandé penitencia para ambos y a sentarse a la mesa sin hablar mientras preparaba la cena. Santi se quedó a mi lado y no quería ir a la cama con sus hermanos y conmigo.
--¿Porque vos no querés?--- le pregunté.
--Porque discuten todos y no voy a poder dormir tranquilo---me contestó con cierto buen criterio de la situación vivida.
--Eso ya pasó San, a veces se discute pero no por eso nos dejamos de querer-- traté de llevarlo con una sonrisa cómplice.
Me acompañó la risa y me replicó señalando el televisor.
--Pa,¿ porqué no salen de la tele esos dibujitos para jugar conmigo?, ¿también están en penitencia ahí adentro por la camita?---.



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lunes, 23 de marzo de 2009

al remitente

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A mi estimado yo;

Qué bueno es conocerte... cuanto me sirve ese conocimiento para saberte. Verte en prisión de sentimientos. Si bien suena fuerte, ser duro no está en tu corazón (por suerte), me resultás más bien una sensible persona que busca endurecerse. Tal vez, se me ocurre pensar en voz alta, la ecuación de la felicidad tenga otros componentes que el resguardo. Ser duros con los problemas y amables con las personas. Sí, es básico. Los sentimientos vienen junto a las decisiones. Pero el secreto está en saber dirimir los problemas de las personas, y te lo digo a título de que soy papá sin sus hijos que lo despierten en su día. Esa fortaleza se busca en el cambio de energías....y ¿porqué no? es la respuesta a la búsqueda. Si la ilusión y el deseo nos conducen a la construcción de la felicidad... ¿porqué no?. Mi nik solía decir, verse a través es atreverse. Recuerdo una historia que te puede servir, la del hamster que volvía a su jaula porque era lo que conocía. Creo que no sirve guardarse nada.¿Para qué?,¿para quién?, ¿para uno mismo?,¿para los demás?. Está bueno contener, me encanta como lo escribís...manejas muy bien las armas. Pero crecer es saber guardarlas cuando no son necesarias. El mundo se ocupa diariamente de bajarnos de un ondazo todo lo que encaremos. Nuestra energía, nuestros valores, nuestros códigos compartidos, nuestra forma de entender los escenarios mutantes, todo, todo eso es nuestro. Si de alguien dependemos es de nosotros mismos. Eso es real y coincido. No sufrir....imposible. Es como no vivir. No exponerse.....imposible. ¿Viviremos en el freezer?.No da…Guardarse para cuando estemos mejor....vos lo sabés....todo resulta inoportuno y que bueno que así sea. Si te mienten...es mejor decir que lo permitís vos a pensar que es un enfermo el otro. Si te enamorás ...no pediste permiso.....te pasa y punto. Ojalá sea correspondido para compartirlo... y si no, buscá quien esté receptiva.¿ Si se va acabar? no lo sé. Es como comer un helado y pensar que se va a terminar y no recabar en el placer que resulta consumirlo. Coincido en no generar expectativas... y aún así no negar que surjan naturalmente, en formatos de planes fundados en amor, cuando vienen con la carga de esperanza. El amor,¿es una quimera? nooooooooo. Consuelo de engañados y desilusionados sin energía de verse y atreverse . Aunque duela. La crisis es de valores....¿y si el otro no los tiene?,¿o los tiene distintos?, no se le puede enseñar...como la pirámide de blanchard. te acordás de eso. Claro, si te bocharon por esa bolilla. Me acuerdo que la fagocitaste luego. ¿Quien creemos realmente que es el otro?. Lo real es que no es lo ideal. Vivir no es sobrevivir. Si los valores están, la felicidad llega en la misma frecuencia. La de saber que todo fluye naturalmente.Mirá, es mejor creer que la pareja es una ecuación en donde ganan los que, Corajean, comparten y reparten. Flujo de energía. Sobre todo eso. Me encantaría que generaras un espacio. Dejar de espantar porque no se rema contra la corriente en eso y siempre hay una opción para ser feliz.
En el camino del saberse, de cuidarse, de cuidar lo generado, de la comunicación frontal sin miedos, con la buena intención como bandera, se alcanza autorrealizarse.¿ Qué otra cosa es la felicidad....sino es eso....autorrealizarse?. Espero que te alcance mi mensaje. Desde siempre te acompaño.

Cuidate y aprendé lo que puedas.
Beso,

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PD: Cualquier similitud con la realidad con otros destinatarios no es obra de la casualidad ni de la coincidencia. Aunque a veces sí.

domingo, 22 de marzo de 2009

Otoño

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Tuvo miedo. El otoño le trajo la caída de hojas y el aguacero. Guardó los sueños en el cajón por un ratito indefinido porque alguna vez se lo halló culpable de vivir soñando. Alguna vez había alquilado mujeres luego de perecer en los abrazos partidos. La parábola eterna del amor en destiempos de cólera. Miedo. Crispado en recuerdos de quien nunca quiso ser. Corrió hasta el ascensor por el pasillo oscuro pero bajó por la escalera. Bajaba con el hilo de Ariadna a sus espaldas. El eco retumbaba sus pasos. Séptimo piso. Golpeaban a otras puertas otras vivencias. Llanto de niños, eran suyos. Adioses de la vecindad. Los códigos de la convivencia con los que no se convive. Sexto piso. El portero había baldeado con lavandinas el suelo. Olía una ácida pulcritud. Se aceleraba junto al respirar. Quinto piso. El timer de la luz dejó de contar. Se hizo de noche. Se afianzó en los bordes de la baranda lazarilla de a pasitos ciegos. Cuarto piso. Volvió a encender la luz. Eludió las preguntas de vecinas que percibían el tema de la semana. Mientras callaban al verlo, se reiniciaban en su charla bajando el tono de la voz. Claro, hablaban de ellos. Tercer piso. Alguien había fritado el almuerzo. Recordó las torrejas de su abuela. El sabor de la cocina que se olvidaba en casa. Segundo piso. A dos pasos de la salida. Paró. Se posó en el marco del descanso. Bostezó su dolor de cabeza. Se miró a través de un tragaluz y vió la ciudad sin él. Respiró profundamente y siguió por inercia. Primer piso. La escalera comenzó a iluminarse por los vidrios del palier. Se cortó el timer nuevamente (el conteo de la nueva-mente). Encender-apagar-encender...Planta baja. Llegó casi corriendo al espejo. Se miró fijamente. No se reflejó pero se empañó el viscelado. Reconoció que otros nombres vivían en él. Tuvo miedo. Descendido. Des-encendido.
Llegó al subsuelo y no quiso salir de ahí hasta que regresara ella.
Ella no vendría.
Ya le había vendido su anillo de luna a la mano del coraje.

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sábado, 21 de marzo de 2009

Diario de ruta.(la vuelta)

Cualquiera puede creer que es tedioso viajar con tres peques 1700 kilómetros. Vengo a desmitificarlo. Un viaje con onda nunca quiere terminar. Mis hijos tienen alma magallanesca y yo soy viajero aprendiz. Vivimos en el auto, ese espacio reducido a metros cúbicos de habitáculo, múltiples sensaciones cómplices. Porque nos tenemos. Porque deseamos tenernos y gozamos con eso. El viaje de 17 horas se instala por nuestros sentidos en la memoria por siempre. Entonces, se despliega un arsenal de opciones para la travesía. El recorrido tiene al menos una veintena de paradas. No se piensa en llegar sino en disfrutar del camino.¿Acaso así no es la vida misma?. El amor rinde culto a la ley del retorno. Formamos un único cuerpo unido. Estamos frescos en un agobiante calor. Montamos escenarios. Hacemos teatro, vemos pelis, hacemos juegos, cartas, dados, picnics, jugamos carreras de helados, duermen riendo, lloran durmiendo, contamos secretos, cantamos, jugamos a jugar jugando. Vuelvo a ser niño. Vienen a ser adultos. Nos fortalecemos. No hacemos planes, imaginamos. No pactamos encuentros, los encontramos. No vivimos victorias ni derrotas, trazamos sueños. Siempre la realidad nos trae pero resistimos. La debilidad simulada es el resultado de la fuerza. El miedo simulado es el resultado del coraje. Paradojas del tao. Nos acompañan los afectos y los cantos de las sirenas. Sin saberlo, Nos acompañamos. Es el mejor diario de ruta que jamás imaginé.

viernes, 20 de marzo de 2009

Códigos de ruta.( la ida)

Creo que está definido que uno arma su destino. Partiendo de esa premisa básica. Lo que viene es una conjunción exacta de deseo y voluntad. Salí de Buenos aires en busca de mis hijos en un interminable viaje en auto hasta Bariloche. Me gusta la ruta. Me hace sentir bien. Me encuentra en lugares encontrados. Me distrae y me atrae hasta el centro mismo de mis pensamientos. Suelo hablar sólo, actuar situaciones, hablarle a las cosas y sobretodo al auto que en tamaño viaje no me abandone. Recapitulo escenarios, veo cosas más claras y creo cierta energía renovadora. Son 15 horas de ansiedades. Viajo hasta por inercia, acompañado de mensajitos de afectos y buena música rutera gracias a quienes me acompañan sin saberlo. Recuerdo palabras, gestos, risas, todo. Recuerdo. En viaje acepto la elección. Quien viaja sabe de códigos ruteros. Usar cinturón de seguridad. Hacer luces para avisar la maniobra. Agradecer con un guiño después. Ser solidarios. Tener siempre medio tanque lleno por si hay que desviarse. Mucho líquido, algún energizante, cafias. Se conoce el cuerpo cuando se viaja. Obviamente, viaja con uno. Al llegar a la temerosa ruta del desierto me topé con el anuncio, entre autos volcados, que tiene el índice de accidentes más alto de América. Eso intimida. Da cierto respeto a lo fatal. Esta vez la tomé con 38 grados y sin aire acondicionado. Los motores no aguantan tanto. Fue entonces que ví a una mujer que viajaba con sus dos hijos a la vera de la ruta con algún problema. Un fiat siena con gas. Al toque me retumbaron los conceptos de mi tío el fierrero. “El fiat es tallerista” solía decir con autoridad mecánica. Es bastante así. Me arrimé para darle una mano con la cuestión. La bomba de nafta al trabajar en seco se rompe. Es por el equipo a gas. Mi abuela decía que lo barato hace mal y lo gratis es mejor. Es real. No supe resolverla de movida. Razón por la cual subí a los tres en un aventón de 150 kilómetros hasta Colonia 25 de mayo. En viaje hablamos de los contratiempos. La mujer era docente en una escuelita rural. Se llamaba Isabella. Sus hijos Romeo y Chiara. Me encantaron sus nombres. Viajaban a Neuquén para conocer a su sobrina recién nacida. Luego de charlar bastante y comprobar que no era una versión porteña del “loco de la ruta”, al llegar a Colonia, me extendió el favor pidiéndome la “carona” hasta su destino final. Era de paso para mí, sólo un pequeño desvío. Entonces accedí. Compartimos casi 300 kilómetros. Conocieron mi familia y mi viaje. Este y otros. Conocí la problemática del docente. El sacrificio por resolver carencias. Levantarse al alba diariamente. Hacerlo porque los chicos lo necesitan. Hacerlo por el otro. Por el otro; solidaridad extrema. Bienestar del corazón. Tenía hasta ganas de regalarle algo. Sólo llevaba ansiedades. Igual le estaba dando. La buena onda siguió hasta el cuarto de Clara en el segundo piso de la maternidad de la clínica del Neuquén. Llevaba 11 horas manejando y conocí a Bianca, su sobrina. Todos nombres tanos, y Chiara es Clara en italiano también. Me quisieron pagar parte del combustible, a lo que me negué, claro. Me dieron una rosa de Bianca para que la huela y recuerde. Aprendí gratamente los códigos ruteros. Hacer luces, agradecer con un guiño después, ser solidario, y tener medio tanque lleno por si hay que desviarse un poco. Un poco que fue increíblemente mucho para todos.

Gracias Lisa





Gracias Lisa por darme cariño y amistad en éste premio. Tus comentarios siempre son de buena onda, en sinergia y actitud. Celebro que nos hayamos encontrado y espero que sigamos en éste tren sembrando sentires.

A la propuesta de conocerme...vale, no sé si me conozco tanto pero ahí van las consignas.

estilo de música; todos en general, va con los momentos de uno. Suelo prenderme de una canción y repetirla hasta cansarme y agotar a los demás con eso. La canto varias veces, la actúo frente al espejo como si fuera el escenario del madison square garden y se instala indeleble en mi memoria. Cuando se me pasa, todos contentos.

Una película; uuuuuuhhhhhhh qué difícilllll.... tantas... bue, por todo... "El padrino".

Una serie; otra vez....mmmmmmm... "Pepe Biondi".

Una canción; "Nessum dorma..." de Puccini, por Pavarotti, claro.

Un libro: "Bocas del tiempo" Galeano.

Ultimo libro leído; "La sabiduría de las emociones" Levy.

Un día malo; recuerdo uno en especial. Lo voy a postear.... se llama Uuufffff....

Una profesión; turista.... juaaaaaaaaa.

Un sueño; seguir soñando cuando me duerma con los ojos abiertos.

Mis elegidos son mucho más que cinco; vale aclararlo.
Van cinco de ellos.
http://lu-dondehabitaelolvido.blogspot.com/

http://loscuentoscuentosson.blogspot.com/


http://losparquesdediarco.blogspot.com/

http://en-zigurat.blogspot.com/


http://lunalunera-lunaazul.blogspot.com/

Gracias por estar cerca y hacerme sentir mejor persona, al menos ese sentir.
besos y abrazos.

jueves, 19 de marzo de 2009

Premios.

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Gracias Anabel Botella, valenciana que escribe la vida, por premiarme. El premio es leerte. Visiten su fantástico blog, cálido hogar de las palabras, como lo es ella. Uno es lo que escribe.


Quisiera compartirlo con aquellos que se posan en éste sitio cuando navegan buscando y que ciertamente no renuncian a ello.





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El camino

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Me encontré en tu jardín de palabras perdidas.
Florecían las retamas.
Crucé a nado el mar de los planes olvidados
Renombraban los nombres.
Caminé la estepa bañado en luces de luna
Volví al color.

Me perdí en quien era para saber que soy.
Morí lo que fuí, al menos hoy.

El camino de los sueños requiere coraje

No estoy sólo en éste entierro.
Las sombras no se van de mi lado.
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miércoles, 18 de marzo de 2009

Grandes juegos con chicos

Giuliano, 6 años.

Chulo es competitivo. Trato de erradicar un poco esa manía, pero reconozco el reflejo. Espejos de mí. Llevo años en eso.
--Pa, te apuesto que de acá a la esquina corro más rápido que vos…--- dijo acomodándose para la partida.
---Si querés corremos. Me vas a ganar seguramente. No te apuesto.--- le contesté.
---y porque soy más apuesto que vos--- sonrió.
--- claro, debe ser por eso---


Valentín, 6 años.

Luego de un truco de cartas.
---Ahhhhhhh. ¡¡¡Vos si que sos mago!!!— dijo.
---Gracias, ¿te gustó el truquito?---
--- Lo dije porque hacés reir a mi mamá. Te voy a llevar a lo de mi papá para que lo hagas reir también---


Julia, 4 años.

Jugábamos a las escondidas.
---Bueno juli, contá hasta 10 que me escondo---
---Sé contar hasta 35---me contestó.
---Dale, contá hasta donde te canses de contar--- insistí.
---No, no puedo hacer eso, porque los números nunca se terminan.---
Es verdad.


Reni, 9 años.

--- Cuando me compres los anteojos de flogger y el chupín, acordate de las zapas para el colegio—
---Rena, ¿ siempre me vas a pedir más ropa?, si tenés 4 pares de zapatillas.—
---Unas son para salir, otras para potrear, otras para la noche o las fiestas, y las otras son de invierno, me dan calor….no tengo para el cole.---
---ren….---
---ay papá, que difícil que entiendan mi vida los demás.---
mmmmmmmm.


Candela, 11 años.

Disputábamos una partida de back- gammon. Es un juego que cambia todo el tiempo de situaciones. Había comenzado ganando Cande. La suerte de los dados volvió a mis manos.
---Ahora si que te voy a liquidar--- le sonreí con la amenaza.
---Si vos me liquidás, mi mamá te liquida a vos. Y cuando te encuentre en el cielo, ahí vas a ver lo que te espera….---


Santino, 3 años.

Hacía días que no quería hablar por teléfono conmigo. Al preguntarle cuando podía me contestaba, mañana, llamame mañana. Pasaron unos días y me contestaba lo mismo. Hasta que accedió.

---hola, Santi. Al fin me atendiste quitilín.---le dije con mi mejor niño.
--- si, te dije que me llamaras mañana.--- replicó.
---San, hoy es el mañana que me dijiste ayer.---
Silencio.
---¿me escuchaste?---
---si, papá. Me confundiste y eso es aburrido. Chau.---

Así fue, así es.


Ciro, 5 años.

Jugábamos al tutti-fruti. En una hoja cada uno pone nombres, cosas, animales, frutas y verduras…etc. Encolumnadas van las respuestas. El que termina primero gana de acuerdo a la letra que se diga. Es por tiempo, entonces se busca escribir corto para hacer rápido el juego.
Había tocado la T. Me había parado a propósito para que ganara él.
Puso nombres, Tadeo, cosas, tabla….
Se estancó en los animales y pensaba. Me miró y me dijo.

---¿Cómo se escribe tiranosaurio rex enojado?---


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martes, 17 de marzo de 2009

El duende

Desembarqué en el suelo sur de mis afectos. Llegué y ésta vez ha sido distinto. Sentí el desarraigo y la elección. El sutil mirar de la mirada de asombro, profunda y divinamente sana. Carga de energía de sol en un día lluvioso y frío. Noticias esperadas y de las otras que son inesperadamente oportunas. Abrazos desmedidos me hicieron vivir y creer que uno tiene lo que se merece. Me reencontré conmigo, como si fuera de visitante, terminé siendo local, con la arenga del corazón de fondo. Se acercaron casi todos. Sólo avisé que vendría, y fue diferente. Esta vez encontré la raíz, el ombligo exacto del cielo. Tomé un poco de distancia en el espacio y así generé para otros. Me sabía ansioso y crédulo, me convertí en prudente y gentil. Estoy, según los mayas, atravesando un drenaje de sensibilidad extrema. Me sentía así en la ciudad, vine a espejarme en el Nahuel, con la cordillera de muro pa no zafarme de ese encuentro. Soy lo más y mejor para alguienes y eso, ciertamente, reconforta el espíritu. En los pocos minutos de haber llegado me crucé con un personaje sabio de la montaña. En su momento, luego de entender sus búsquedas, le llamé el duende del ferrocarril. Mis hijos lo conocían de mi boca y en instantes, tuvimos ganas de verlo todos. El, vive en dos vagones del tren en la montaña. Su casa es él. Es única. Los vagones están acondicionados y remodelados por dentro con todas las comodidades mundanas. Nunca me explique como hizo para llevar a esos vagones hasta ese inhóspito sitio. Tiene hasta cable e Internet y recibe a personas que viajan por el mundo. Principalmente a peregrinos europeos que ofrendan su moneda fuerte para compartir espacio con el duende. Fui a visitarlo y caminamos. Nos hablaba de árboles y música, madera y cuerdas, mientras les convidaba moras de un tachito a mis peques que sacaban los dedos envioletados como si trabajaran el vino. Escuchemos algo dijo y encendió el teléfono celular con mp3 con un compilado de electrónica. Los chicos acompasaban con las cabezas y las muecas el ritmo. Le conté que había terminado una novela y que me había inspirado en su persona por un personaje. Me miró y ni se inmutó. Se armó un silencio de bosque húmedo. Sólo me dijo que me acercara a todo lo que me enseñe. A todo aquello que me haga ser mejor persona de lo que soy. Lo sabía, pero tenía que escucharlo de otro. Los peques lo miraron como si hubiera sido abducido y devuelto por extraterrestres por fallas en origen. Uno de mis soles, el más sagaz, lo increpó.
--¿Vos hablás con las estrellas?--.
Se agachó a atarse los cordones y le dijo,
—Mirá, las tengo a todas acá en mi pie-- .
Eran “all Stars” las zapas.
Obvio que no entendieron. Lloviznaba en el muelle y se puso a alimentar a sus mascotas. Un par de truchas arco iris gordas con comida para gatos.

La perseguidora

Fogón que enfría
Reflejo del espejo que no crece
Alma sin calma
Manojos sin ojos
Lado de al lado.
Lado no alado.

El borde del desborde.

Enojo sin reacción.
Te hablo a vos…

Sombra que se queda en donde ya me fuí.

Y vuelvo…
Y vuelvo…
Y vuelvo…
Queriéndote hacer feliz.

Y no hay sombras que no sean oscuras.

Cuestiones noctámbulas

La noche es un sitio ideal.
Me encuentro ahí.
El aroma a quietud.
Resisto el embate del día.
Tengo algo místico rondando.
Agudizo los sentidos.
Me entrego fácilmente al devenir.
La ciudad no descansa.
Sigue cansando también.
Entonces, descubro lo encubierto.
Compenso.
Balanceo.
Me ocupo más de lo valioso.
Reviso los arcones de la memoria.
Paseo solo.
Paseo en compañía de nombres marcados.
Me permito ser.
Enumero las diez imprescindibles .
1 - Surfear tu piel.
2 – Escribir el cielo con nombres indelebles.
3 – Apostar al vacío del futuro.
4 – Contemplar el dormir de mis hijos.
5 – Escuchar el silencio.
6 – Mirar los mares de la luna.
7 – Dormirme con sueños.
8- La fragancia del jazmín del cielo
9- Sentir el deseo vampirezco
10- Disfrutar de los puentes trazados

Va de yapa; Soñar con los ojos bien abiertos.

lunes, 16 de marzo de 2009

Jueces

Vivimos exigiendo justicia. Cada uno tiene una vara para medir. Somos jueces de nuestro universo. Lo distinto a nuestros gustos y preferencias no suele ser justo. Discriminamos juzgando. Con más o menos cantidad. Los caminos diferentes a veces tomados por voluntades propias o ajenas no son injustos. Son distintos. Basta encender la tv para ver como juzgan y sentencian un baile. El noticiero denuncia la corrupción de quienes deben defendernos de los abusos, y a su vez, juzgando. Las charlas entre amigos que juzgan lo bueno o lo malo de otras relaciones. Si tal o cuál es mejor para aquél o para el otro. Se juzga si esa música está buena, si esa película interesa, si esa chica es linda, si ese tipo tiene arrastre, si ese auto tiene elementos de seguridad correctos o si tiene buenos detalles. Se juzga si una cena estuvo bien o si se sirvió mal. Juzgamos a nuestros padres, nos juzgan nuestros hijos, nuestros pares, nuestros amigos, nuestra idiosincrasia, nuestros médicos, y hasta nuestras mascotas. El chiste juzga. La pena juzga. El miedo juzga el valor del coraje. El cuerpo juzga la piel. La realidad juzga al mundo de sueños. La mente juzga los excesos. El billete juzga las posibilidades. Juzgamos en demasía a todo y a todos. Se va constituyendo una conciencia juzgadora y no de lo justo. Al ver la estatua en tribunales, todavía no la comprendo. La imagen de la justicia representada por una mujer con los ojos vendados y con una balanza en la mano. ¿cómo hacer para juzgar con los ojos cerrados?. Si las personas se equivocan y piden disculpas, ¿Por qué no lo hacen los jueces?. ¿Porqué no lo hacemos nosotros?. El juicio es el raciocinio derivado de la experiencia y la formación. También juzga hasta al que no emite juicios. El silencio sentencia más que juzga. A pesar de que sabemos que sólo tenemos que juzgarnos nosotros mismos. Opinarem non debatem. La opinión no se debate. Porque ése, es el principio del cuento de la vida. Termino ésto y deseo no ser juzgado. Sé que no va a suceder.

domingo, 15 de marzo de 2009

La fábrica de pesadillas.

Cerca de Goldney, germinaba el infierno. En una celda de ladrillos de carbonilla y arcilla baratas, se alzaban los cueros sudados y paría el desamor. Los que consumían paco* o lo habían perdido todo encontraban ese sitio extraviado. Era una fábrica que explotaba las almas. Una suerte de cooperativa del averno. Tantos años sin que nadie lo viese . Tantas vidas sin pasar pasando por ese lugar. Tantas errantes voluntades erguidas frente al monumento de la desolación. El lugar fundía el hedor de la dejadez. Un sufrido gusto a azufre y sudor entre las sombras que habían dejado de sentir. Mario, se esclavizó allí hace algunos años. No los recuerda. Apenas su nombre le quedó de la época en donde se miraba y la imagen le reflejaba un espejo de hombre. Era una trena de barro. Allí sólo se trabajaba por la comida del día y los perros comían lo mismo. No había leyes. No había forma de salir. Los que se escapaban del mundo sin nada aparecían ahí . Una comunidad de bordes al borde. A Mario, alguien se le acercó. El lo recuerda. Le enseñó a leer. Algo de matemáticas y algo de la historia de algunas personas que contaban la historia. Aquél ángel encarnado que escuchó los lloros, se acercó y de a poco, primero con comida, luego con alma para comer, les alimentó.

---No sabía que tenía veintiocho años. No me acordaba. Ahora, soy maestro de escuela. La vida no vale, si no la hacés valer. Sólo que antes no podía pensarlo. A veces me despierto y lloro sin parar— me dijo y agregó.
---Esto existe. Tanto como mi tristeza por eso--.

Nunca supe el nombre del ángel que me rescató escuchándolo.



*NdeA: El paco es una droga a base de los desechos de la cocaína y la marihuana. Se hace con la basura de la basura.

sábado, 14 de marzo de 2009

La escuela

De donde vengo las caricias erizan la piel y revisan destinos.
Las miradas subyacen al borde de los párpados,
Suero cómplice en el mar insano
Se corporizan las lunas,
El sol se les ha metido dentro.

De donde vengo me nombran las palabras y anuncian sonrisas
Nada es como era antes ni lo será.
Bisagra caprichosa
Puerta siempre abierta al sentir.
La escuela que se agradece.

Vengo de ser mis hijos en mí.

Premio poeta


He recibido de Lucrecia y su fantástico blog, "yo no me caí del cielo", éste premio al blog poeta. Creo que de haber conocido mis elegidos como blogs de lectura poética replantearía ésto. Lo agradezco igual. Sus escritos son verborrágicos, reales, cotidianos y hasta catárquicos con una dosis de creatividad mayúscula.
Les animo a visitarlo, no le defraudarán sus relatos.
Su link es http://lu-dondehabitaelolvido.blogspot.com/
transcribo,
El Sereno de los Faros
"LOS SECRETOS DEL SOL"
PREMIO AL BLOG POETA Porque aún cuando reconozco que no soy muy amante de la poesía, tus post tienen un no sé qué que me dan ganas de leerlos. Si bien tienen el toque poético característico de la poesía, me generan una sensación diferente, más cercana a la nostalgia, al recuerdo, a los momentos vividos y a los amores perdidos. Y eso está muy bueno. Por ende, debo decir que es el único blog de poesía que me gusta. Y eso merece mi premio.

Como es sabido, debo seleccionar otros, que a mi entender, reflejen el espíritu de éste.
Desde siempre recomiendo sus lecturas para vibrar con sus luces y sus sombras.
Los elegidos son;
La incansable y exquisita poesía de la ritualera les llenará de gozo el alma y sus bordes. Siempre da ganas de visitarle.
Mentora y compañera de palabras, su blog son relatos de lo cotidiano. Creativa y catárquica-mente. Una joya.
Cuatro amigas, cuatro formas de contar, cuatro veces al día reviso sus posteos. Premio que me hayas incursionado en éste universo también.
Juana, tus escritos son geniales y precisos. Reinventás las palabras.
Me saco el sombrero, Roberto, un maestro de la invención literaria de altísimo nivel.
Lisa, el ingenio y las sutilezas desbordan tus relatos.
Mer, porque me has enseñado la forma exacta de manejar los tiempos en los cuentos. Encantadores desde el inicio.
Rayu, me animás a sacar lo mejor de mí en cada relato. La sensibilidad justa en cada palabra.
Luz de luna, sutil alumbramiento en las noches solitarias. Textos poéticamente devorables.

Estoy encantado y agradecido de habérmelos cruzado por éste mundo virtual que es más real de lo que uno supone. Visiten éstos sitios, saldrán enbelezados.
Merecidos premios enhorabuena,

jueves, 12 de marzo de 2009

Las grandes muzza-relas.

El tema central era la cena. Mnemóside volvía del mercado. Se había olvidado de comprar canela. Un tiramisú sin canela es como unas gambas al ajillo, sin pimentón. Eso la malhumoró. Entonces, decidió no cocinar esa vez. Zeus, su marido, vivía de malhumor, pasaba las tardes rezongando sus creaciones en el monte Parnaso. Casi siempre sólo. Se decía que quien sólo estaba era un dios o una bestia. No se sabía qué era para él mismo, pero entrar en cólera, le transformaba. Sus hijas, poco ayudaban en la casa. Calíope se la pasaba escribiendo historias de la época y discutía con sus otras hermanas. Polimnia era cultísima pero le gustaba darle un enfoque más sagrado a sus relatos. Clío, tenía otras historias con sus inspiraciones y Talía se mataba de risa de todas, e incluso de su madre y su padre. Erato, Euterpe y Melpómene se trenzaban cada vez que volvían del oráculo de Apolo porque nunca encontraban las palabras exactas para describir la belleza. Uránia vivía en la luna, y a veces se animaba a escribirla. En cambio, Tersícope bailaba la música de los versos, para ella, todo se resolvía a través del cuerpo. Al sentarse a la mesa, Mnemóside se acordó de no haber preparado la cena. Hubo alboroto. Eran diez mujeres recriminándose. De golpe Zeus se paró. Respiró profundo. Se tomó su tiempo de dios. Fue hasta a la puerta y volteó. Las miró fijo y dijo.
--Voy hasta la pizzería de Helicón y pido tres grandes de "muzzas" como la gente y listo.—

El mar de ilusiones

Crear un personaje tal vez sea cuestión de todos los días. Crearse un personaje puede durar toda la vida. Pero crear un personaje que trascienda la persona no es cosa común. Actuamos para vivir. Cuando era chico me sentí el zorro, Batman, el hombre araña, y cuanto héroe aparecía por la tele o en las caricaturas. Crecí viviendo eso. Modelos para armar. Modelos para seguir armando a medida que crecía jugando. Entiendo a los actores. Maximizan la historia y la hacen oficio. Los que se la creen más y lidian con esos personajes imaginarios llegan a trascender. Los demás quedan un tanto neuróticos. Hace algunos años, durante los prácticos de la escuela de periodismo, escribí para la sección de espectáculos de Página 12. Hice reportajes mediocres publicados y otros buenos no publicados. Esa es la ley del diario. Este nunca le interesó a la redacción y sí a mí. Era como pagar un peaje kármico. Esta historia es acerca del hombre. No del actor. No del personaje. Armando Catalano no era nombre para él le había dicho Walter Disney y se lo cambió. Era hijo de un militar italiano quien le había enseñado a cabalgar y a al buen uso de la esgrima. El papel principal le cuadraba, le convenció Walt y así él lo hizo inolvidable. Varios sofistas le quisieron copiar el estilo después. Alain Delon, Douglas Fairbanks, Antonio Banderas y otros más que no pudieron igualar su ángel. Llevó a la pantalla la fantástica historia de Johnston Mc Culley bajo el seudónimo de Guy Williams. Antes de eso, vendía cosméticos en Manhattan . Vivió menos que la gloria de su personaje. Entretuvo y se adueñó de la risa de los niños durante décadas y en sólo dos años, con 74 capítulos rodados, alcanzó una fama innegable. Fue el enmascarado más reconocido. El Robin Hood de la California española. Cuando Disney quiso satirizar la zaga, supo decir que no. Ya no era Guy Williams actor, sino Don Diego de la Vega el rico honesto y justo personaje que embelazaba a la audiencia quien habló. Fue Don Diego quien se negó. Fue “El Zorro”. Se debió entonces a su público. Al eco de los aplausos y las risas. Dos años de su vida le habían determinado el resto. Le habían llenado las alforjas de dinero. Le habían renombrado. Años después vivió en Buenos Aires sus últimos momentos junto a su Patricia, su novia argentina. Por ella, se había separado de su esposa Janice, en San Francisco. Perdió su fortuna. Casi lo perdió todo por amor. Menos el amor. El personaje digno se apoderó del hombre actor. Volvió con su carisma y su fama a rehacerse y lo logró desde las humildes presentaciones en circos y TV. Patricia, su compañera amante, fue quien me contó su historia en los aras de Areco allá por los noventa. Recuerdo aquél día. Su mirada vidriosa empañada de nostalgias. La charla tomados de la mano. El relato preciso a modo de confesión. Su preocupación por salir linda en las fotos. Fue entonces que le conté que en el 78 él me había entregado el diploma de “Ayudante del zorro” en el Circo Real de Madrid. Le devolví la sonrisa larga. Miró al cielo y me bendijo por traérselo nuevamente. Entendí que nunca se había ido. Entonces hoy, pago el peaje, cuento su historia y guardo su nombre. Don Diego de la Vega hizo méritos suficientes en mi mar de ilusiones como para llevarlo conmigo por siempre…Z.

miércoles, 11 de marzo de 2009

El cambio II

No me considero el mejor estratega, pero si el más audaz. Tsu nu, solía decir que quien no cambia perece. Cuando leí esas palabras, quedaron impregnadas en mi memoria y entendí la verdadera la materia prima del cambio. La acción. Me sobra coraje para enfrentar los cambios. Y eso que si hay algo que realmente atemoriza es precisamente eso; cambiar. Uno cambia de amigos, de novia, de auto, de casa incluso a alguna mejor, y ese salto de rutina hacia lo desconocido, descoloca, enfrenta a nuevos vecinos, formas de saludarse, nuevo escenario, nuevos actores. La vida en sí es un cambio. Esta misma página en blanco y luego llena de palabras. Creo que vale ésta analogía para explicarme. Es como estar frente a una pileta, y cambiar de estado, de estar seco a estar mojado. Algunos se zambullirán de cabeza, otros preguntarán antes si esta fría o esta linda (¿ linda el agua?), otros bajarán suavemente por la escalerita, y otros caerán dando doble mortal en el aire. Por supuesto que, estarán como siempre los que verán desde sus reposeras la secuencia con recelo y quedaran absortos y acalorados. Así se pasa de estar seco a estar mojado. El cambio supone una actitud, una cuestión previa de necesidad, y una acción, la que determine que hacer para adaptarse a la nueva situación. Alguna vez leí que el cambio supone inevitablemente dos miedos, a la perdida, sobre lo que se tiene, y al fracaso, sobre lo que vendrá. Cambiar no debería asustarnos por mas que arriesguemos y apostemos sobre eso. Lo real es que cambiar a tiempo es acompañar la dinámica de la vida en su mejor expresión. Tendemos a que las situaciones estén en donde queremos que estén,pero todo cambia, y lo único permanente es eso. Se teme a lo que genera cambio, tal vez eso sea la prisión que no libera lo mejor que tenemos para dar. Soy de los que se tiran a la pileta de cabeza cuando la situación amerita, de los que arriesgan por llegar a conectar con personas que se entregan, por visualizar el deseo como arma para aceptar el devenir. ¿Sonó complicado? Estimados; así soy. Entonces, retomando del lapsus, la vida paradójica y caprichosa es como la vemos y no como realmente creemos que es. El cambio es inoportuno, repentino en necesidad, y esa necesidad está subrayada para sentirse mejor. Si consideramos que estar quieto o inmóvil es estar en movimiento de todos modos, todo se acomoda, con la fuerza del deseo necesaria hacia donde seamos mejores personas. Sólo nos resta entender que para cambiar no hagan falta recetas mágicas o polvos de estrellas. Reinventarse, es adaptarse a l cambio constante. Siendo centro y periferia, aceptando el protagónico y el de reparto. Eso precisamente, reinventarse con coraje, es el cambio.

martes, 10 de marzo de 2009

El repartidor

De a poco se va gestando la ilusión. Acomodo mis pies sobre la mesa ratona. Copa de vino tinto fino. Me embriago de a poco el paladar hasta que me pica levemente. El tabaco suele tener otro sabor. Veo todo en su lugar. Estoy en la línea de partida. Riego el ambiente con uno de mirra. Para curar la casa, dicen. Suena el desenchufado de Sting. “Ain´t no sunshine when she´s gone”. Disfruto la versión. El momento de la partida es una bienvenida. Encuentros con el piano de fondo. Desencuentros con tu olor a jazmín y los besos acanelados. Con el jardín del viento y las palabras que encadenan. Ya no suena el celular, ni retumban los mensajitos escritos. Tormenta lunar que incontenía los mares. El mundo sigue siendo lo cruel que es. Qué paradoja. Me siento afortunado. Busco lugar para poner las fotos de mis peques. Solitario y concentrado. Cada imagen me remonta un recuerdo presente. Como siempre sucede. Devoro unas exquisitas rabas y leo un poco de la Llave maestra. Todos esos libros dicen lo mismo. Me busco en un nuevo formato. Voy hacia La causa de los niños de Dolto. Paciente y locuaz. Tomo otro poquito de vino. Abro el arcón de los afectos. Hoy decido estar solo. Conmigo. Recorro la casa como si fuera a comprarla. Reconozco los rincones del sitio. Con mis tiempos pausados y mis búsquedas interminables. Con mi color primario. Miro por la ventana y la noche me regala una lluvia. Saco mi cara y me mojo. Paso mis manos por el rostro. Me recuerdo. Me acuerdo de vos también. Me miro al espejo, mojado, y brindo con mi imagen, y por qué no, por lo vivido. Ya no me duele aquello que sentí que dolería por siempre. No invento disculpas. No provoco peleas. No digo que no estoy. No escondo la verdad ni por protegerme de la soledad. Afuera ya diluvia. La contrapartida de lo que lloré alguna vez. Angustiarse es morir más rapidamente. No tengo ganas de acelerar mi mortalidad. Eso, ya me pasó ayer. No recuerdo bien a qué hora pasó, pero pasó. Vino acompañado por el que reparte tristezas por el barrio.
Sólo sé que nunca, ni por piedad, le doy propina al repartidor… por si se le ocurre venir más seguido por eso.

Sexo

Su cuerpo es mi cuerpo.
Nos funde el sudor.
Jugamos al placer.
Se desprenden endorfinas.
Fluyen fluídos.
Se confían gemidos.
Se vuelve al instinto.
A lo básico.
Se acalora la piel.
Se entrelazan
las piernas, los brazos, las cabezas, los genitales, la vida misma.
Se penetra.
Reviven colores en lo oscuro.
Se habla sin decir.
Se dice a veces, como parte del juego.
Se viaja por la piel a la estación del sentir.
Se experimenta.
Se rié.
Se goza.
Se llora.
Se disfruta.
Se nutre.
Se compra.
Se vende.
Se alquila.
Se vive o se termina.
Eso se sabe el día después.

La sirena

Entonces soñé. Sobre una costa escarpada divisé una barcaza al garete. Las velas izadas al viento del este le trazaban un rumbo desigual. El viento me hacía llorar los ojos y me ladeaba para no sentirlo tan de frente, y a la vez, no dejar de mirar. Me sentí expósito de afecto. Ví perderse la tarde entre la línea del horizonte y el poniente. Creí haber buscado cómo cambiar de sitio. Quería montar esa nave que tenía espejos por todos lados. Quería saber como navegarla. Quería conversar con las cañas agolpadas en la popa, como estiletes, que eran como dulces para tentar a Poseidón. Se acercaba a la costa con las últimas luces de la tarde y se mofaba del vaivén del oceáno. Me atreví a caminar el risco. Quien camina oscuridades suele encontrar luces. Me animé. A pesar de la bravura de las olas, a pesar de la penumbra. Ese acantilado fue el límite natural, no el agua, no las olas, no el viento, no lo que sentía. Porque me decía que no pensando en un sí, mientras alguien despotricaba desde la barcaza. Se quejaba de la magra pesca e invocaba a toda su familia no querida. Era una hermosa sirena venida a mujer. Estaba cerca, muy íntimamente cerca. Hablaba sin reparos de la mala elección de la carnada escogida, y que sólo sacaba burriquetas y bagres. Creía que sus redes no eran efectivas. Había tenido suerte en sus mocedades, pues cautivaba con sus cantos a los peces que, encantados, acudían al llamado. Ahora, gritaba que no le serviría lo pescado para comer y para dar de comer a su comarca. Atiné a hacerle señas, sin darme cuenta le había hecho señas desde siempre. Tan solo tenía que pensar como pez y al intentarlo su faena cambiaría. Al mirarme, no me vió. Giró la cabeza hacia abajo, como fundiéndose entre las cañas, y me ignoró. Sabía que era lo que la contendría. Lo que la completaría de gozo. Lo que le dejaría una eterna sonrisa instalada. Supe su decisión de no compartir ese mar conmigo. Me desencantó. Me senté en la cornisa a desafiar el viento y el vértigo de la altura. La ví partir junto a la luna entre lo salado y lo dulce. Al despertar, cayó el cuento leído de Luisa Axpe…
“Si señor, las cañas hacían ruido. Eran como unos crujidos de madera, o como cuando se quema la maleza verde, vio esos tallos gordos llenos de agua que parecen que explotan todos a la vez….”
Mi sueño detonó al despertar en otro universo.

lunes, 9 de marzo de 2009

Plaza



Lluvia de colores infantes,
Incesante la vibra de frescura,
Dura calle de contraste adoquinada,
De la nada surgen directivas maternas,
Eternas fronteras del crecer,
Ver, oler, poesía de mezquita,
Calesita de vida, la vida,
Idas y venidas al mundo interno,
Paternos consejos del mejor hacer,
Correr por correr, jugar con barro,
Sarro que no inquieta al corazón,
Canción que se mete en la cuna,
Luna de marzo que aclara lo oscuro,
Seguro pasaje a la risa,
Misa de fieles al encuentro,
De adentro y de afuera,
Era de cierto lo verdadero,
Artero sol que desnuda los cuerpos,
Abiertos los poros supurando sal,
Mal que aqueja es la rutina,
Cocina que quema el fruto del sentir,
Reír y llorar, como escenario teatral,
Astral lugar del planeta urbano,
Sano es salirse del placido cero,
Certero como el cambio a tiempo,
Vientos de la plaza sonora,
Ahora solo encelan los ángeles.

Insomnio

Tres de la mañana en mi casa. Afuera los pajaritos cayeron tumbados por el calor. Ya ni cantan. Se les secó la garganta. La noche habla y dice gemidos de amor en el 4to. C. Una tele encendida con una de acción bélica en el 3ero sigue tirando tantas bombas como el noticiero. Una dama balconea en el 2do B dándole al inalámbrico los últimos detalles de una salida chatarra vaya uno a saber a quien , se separa el auricular de la oreja y parece que le habla al aparato porque no pausa ni escucha. En el 6to. se festeja un cumple. Hay risas de vino y olor a cigarrillo. Igual, se están despidiendo. Crisis de insomnio para mí y mis vecinos. Ha sido un día caliente e insoportable y el cemento no se ha enfriado aún. Me pregunto si podré conciliar un sueño lindo. En el campo de los sueños se libera el alma. Sin peajes y sin permisos. Hace tiempo que despierto como si no hubiera descansado nada. Es que cuando se cae agotado, se pierde noción del tiempo y del espacio. Corre una ventizca de jazmín y mirra. Llego entre las cajas a un cuento de García Márquez. Me adentro en el mundo de ficción. Me pierdo por instantes. Es como soñar despierto. Que bien escribe este tipo. Me relajo. Me voy durmiendo. Todo se nubla suavemente. Los ruidos bajan de volumen y me entrego a los brazos de Morfeo. Pasa una moto tirando cambios como si fuera un fórmula uno en la recta final. Me incorporo. En plena vigilia, recuerdo un texto de Tucher, mi amigo escritor…sobre el sueño.
“Soñar despierto no cuesta nada y así lo dice el dicho en miles de bocas aunque más diga lo que no se dice. En cambio, soñar dormido es, más que caro, costoso para quien, lo sepa o no lo sepa, igual pagará el costo siempre con su nombre después del despertar si es que tuvo sueño para dormirse y soñar.”
La leo varias veces. Exquisita forma de entender el universo del soñado.Algún día contaré si ésta noche soñé. Por el momento sigo despierto.

domingo, 8 de marzo de 2009

Domingos.

Me falta. La sonrisa de Chulo que ríe como en un banquete de París en el siglo XV. Rogarles que ordenen el cuarto para que después lo vuelva a ordenar. Repetir cien veces la tabla del 3, sin saber para qué. Escuchar a la directora con su pedagogía demagoga y asentir pensando exactamente lo contrario. Saber quien es puca, picacho, dragon –ball Z, barney, ben 10 y el monigote de moda. Llorar las madrugadas de amoxidal. Curar las frutillitas en las rodillas. Llevar a Reni al dentista aunque le compre un chocolate para convecerla. Contener sus hormonas preadolescentes frente a los de 15. Estudiarme los ríos de Sudamérica, pero en longitud y caudal, y saberlo. Memorizar las canciones de Reik, Camila, daddy yankee y saberlas enteritas. Creerme el rol conciliador y perdonar al verduguito de turno cuando en realidad lo cazaría del cogote a él, a su padre y a su abuelo. Amacarme con Santi, hacer coleadas con la bici con Chulo, tutifruttis con Reni…leerles un cuentito y dormirme sabiendo que me cobijan con las sábanas hablando bajito. Llevar a Reni a la pileta, verla nadar, verla hacer una insípida pirueta por enésima vez. Tomar el tecito con Santi y hablar de sus fantasías. Correr con chulo una carrera hasta el poste y dejarme ganar, ganando. Cocinar jugando al restaurant. Acompañar a Santi al baño, entrar con él y mirar a otro lado cuando hace caca. Besos carpinteros, de delfín, besojos para que cierren los ojitos y rían. Abrigarlos por si las dudas. Contar los fititos y los citrulos. Ir al teatro, al cine, a la exposición de trabajitos del año, a fútbol, a canto, a danzas árabes, al día de la familia, al lago, a las plazas que nos faltan conocer. Los abrazos de Chulo. Los besos de Santi cuando me enojo. Las cartas de Reni. Que me despierten a la mañana y me digan de jugar al juego que dejamos la noche anterior. Embarrarnos. Hacer muñecos de nieve. Me falta todo eso y más. Me faltan mis chiquitos éste domingo, y con ellos, todos los días son domingos.

sábado, 7 de marzo de 2009

El cambio I

Hace algún tiempo que vengo con ganas de escribir sobre el cambio. Podría haber buscado en google o cualquier otro buscador y aparecerían recetas para el abordaje y herramientas significativas para su entendimiento. Esta es mi versión para compartir. Puedo equivocarme. Algunas cosas he vivido, y me atrevo a confiarles mi secreto, que nada tiene que ver con esa película que ronda por algunos sitios, por ahí. No deja de sonar abstracto un debate sobre ésto. Lo entiendo. Lo que descubrí es que más allá del plano situacional del asunto, pocas son las soluciones aplicables para su entendimiento y concreción, y que algunas personas, a pesar de su voluntad, no logran manejarlo y lo confrontan o en otros casos no lo aceptan. Se polarizan. Los cambios ocurren desde afuera y desde adentro. En lo personal y en lo profesional. Sean cuales fueren hacemos que ocurran y otros son ajenos a nuestras ganas. Si los cambios generan una expectativa positiva, son sencillos de realizar. Mudarse a una casa más grande. Me interesa abordar aquellos que nos son incómodos, los inesperados, los esperados que incomodan. Mudarse a una casa más chica. Cierto es que la vida fluye sin parar y que está repleta de cambios. El asunto a resolver es la confrontación y la negación de aquéllos que no queremos que ocurran. Radica ahí la madurez o en otras palabras nuestro proceso de crecimiento. En general tienen tres etapas definidas. La inicial es cuando se genera el problema o la necesidad de cambiar. Nos envuelve una emoción fuerte devenida del impacto del problema. La siguiente etapa es la suspensión en el aire. O dicho de otro modo, el nimbo donde nos desconectamos del pasado y nada conocemos del futuro. La tercera etapa es donde nos ponemos melancos y pensamos lo bueno que era “antes”. Sin embargo, la forma que considero mejor es invertir los ciclos en el pensamiento. Ante una situación de cambio. Hay que hacer el duelo. De primera intención. Nunca se vuelve a lo que fue. Se pierde energía duelizando pero más se pierde al querer volver a lo que fue. Nos gustaba, nos sentíamos cómodos, porque era lo que conocíamos. Sin embargo, hay que dejar que se vaya. No es de un día a otro, nos toma tiempo aceptar que tenemos que abandonar lo conocido. Eso es natural, porque lo conocido nos da sensación de seguridad. La segunda etapa es la neutral. Estar como en el aire. Así es siempre. El denominador común es la calma. Manejar la ansiedad, esperar a que todo se acomode en un nuevo orden, sobre todo en lo que no depende de nosotros. Relajarse y confiar en uno mismo, y en que se tienen las capacidades para superar lo que venga. La tercera etapa sería la inicial. Es la paradoja del cambio. La renovación. Sin olvidar la historia. Limpios del duelo, relajados, enfocamos la energía y la capacidad para renovar. Es importante en esta etapa reconocer que no lo sabemos todo y estar abiertos y receptivos para nuevos enfoques y propuestas. Siempre somos parte del cambio, vivimos en él. Nada se vive como era antes, eso radica en nuestras ideas de estabilidad. Todo fluye, nada es estático. Los vicios del cambio son la sugestión, la impaciencia y la reacción. Los miedos son a la pérdida y al fracaso. No supongamos. Tratemos de ser pacientes. Seamos proactivos y no reactivos. En el futuro, aunque esté vacío, están las mejores oportunidades. Mañana es mejor, porque a pesar de no verlo tan rapidamente, el aprendizaje tiene valor.

El faro de la luna


Cabía el mundo entero entre tus contornos,
Retorno a la luz, que ciega y estremece,
Meses sin sol se desvanecieron sin daño,
Años sin ver, verse adentro.
Centro de un destino anunciado,
Recados de otras vidas del pasado,
Asado de campo, primitivo y natural,
Umbral donde se unían lo sueños.
No me quedé con lo que fuiste,
Hiciste y sos, entre tormentas y tormento,
Momentos que enloquecen,
Esclarecen todo lo tanto….tanto….
Manto verde entre mares atigrados.
Grados que subían la emoción del beso,
Tieso, inmóvil, sin filtro, en vuelo.
Suelo de piel y sutil amerizaje,
Mensaje certero al corazón,
Razón con encanto de luna llena,
Cena con velas, canela y cassís,
Oasis que encandilaba, y ayudaba a vivir,
Ir por la vida habiéndote amado,
Legado de pocos, polvo de estrellas,
Desde allí se olía lo puro,
Y así, perecía lo oscuro de lo cotidiano,
Insano es el amor de rutina,
Ruina de deseos y de sentires,
Mires donde mires, ahí estoy,
Y voy desde la indómita luz,
Cruz de la moneda del descubrimiento,
Si miento digo que te voy a quitar,
Solo dar, pues tus aguas pueden al olvido.

Sólo en el mar quedaran los recuerdos,
Lerdos en partir….por las olas vividas.

viernes, 6 de marzo de 2009

Corazón

Tan dentro de mí,
Que casi soy yo.
Bloque carmesí,
Paz pura e incesante.
Delante de todo siempre,
Entre lo que ha sido y lo que vendrá
¿Habrá sido un designio?

De niño cantabas al galope de mareas.
Sonaban ecos inocentes
inevitables

Seas lo que seas,
Sos voz que manda mi vida,

Pida lo que pida, es porque me lo pedís,
Fluís en manos, pies, cabeza, torso, cuero
Suero guía del caminante,
Antes que mucho, más de lo poco.
Rojo decir del sentimiento
Miento si no te creo

Procuro no perderte.
Potro desbocado en sístoles y diástoles de cielo.
Procura no perderme.





http://www.youtube.com/watch?v=3g9eSHC3Zfc

jueves, 5 de marzo de 2009

Encuentros II

Un llamado inesperado. Se vive un tanto asustado. Entonces a las 6 de la mañana cuando sonó el ring como si fuera una alarma de bomberos salté como resorte. La sorpresa tiene todos los bemoles juntos. No sabía ni mi teléfono. Hacía meses que no estaba estando siempre. No sabía de su vida. Siempre están las polaroids de aventuras y desventuras vividas, siempre acompañan. Toda la energía del cosmos en un saludito. ¿Hola, sos vos quién creo que sos? Y así instalaste una sonrisa que me durará toda una eternidad. Entonces ponerse al día entre risas nerviosas y lágrimas. Hacía tiempo que no escuchaba tu semblante. Tu inteligente charla. Tus formas de hablar que me remonta a los días en que te fuiste. Otro país, otra cultura, otras formas de ver el mundo. Es increíble montarse en el túnel del tiempo escuchando palabras fuera de moda. Boite, de queruza, de diez, brega, ragú, stone. Algunas perduran; copado, reeeeeeeecheto, alucinante, grasa, y tantas otras que se me escapan por la emoción. Veinte minutos cambian un día, una semana, meses de sensaciones. Lo sé, pero lo oportuno aparece en el momento más inexacto. Entonces lo vuelve desafío. Celebro haberte conocido. Celebro haber estado receptivo. Haber aprendido a superar las barreras. Celebro que hayas tenido el coraje de vivir la vida detrás de un gran amor. Sos un verdadero capitán de tormentas. Haber demostrado que quién quiere puede. Haber escuchado juntos el compás de los días. Haber sido adolescentes. Haber estado siempre pero siempre. Amigo, con mayúsculas, gracias verdaderas. Por saberme, por lo que generaste, por lo que diste y dás. El sentir está intacto.¿Qué más se puede pedir después de tanta mochila cotidiana?. Comprendo que se puede volar con tan sólo conectar los cablecitos del alma. Nada mejor para seguir soñando.

Encuentros I

Mensaje sorpresa. Charla de café a la hora del almuerzo. La ciudad rugía su rutina de la semana. En Buenos Aires, el aire ya no es tan bueno como antes y el gentío agobia como siempre. Se agolpaban personas de trajecito por la zona. Estaba en callao y Lavalle. Surge ahí un pasaje en diagonal dedicado al célebre Enrique Santos Discépolo. Me preguntaba si la gesta de ese personaje del tango no era mas importante que la figura del General Lavalle. La historia juzga mal, me parece, pone al creador a la altura del obstinado. La paradoja es la metáfora irónica de la vida. Respeto el llamado de un amigo. Provoco una pausa activa en las actividades. Un paro por tiempo indeterminado. Necesitaba cortar con la negociación de las condiciones de un asunto para ocuparme de vivir. Solo y simplemente para hablar de cosas mundanas, pequeñas grandes anécdotas y proyectos. Caminé varias cuadras para estacionar y luego para conseguir las benditas fichas del parquímetro. Buenos Aires tiene un ritmo frenético. Me acompasé al ritmo de la gente y casi terminé corriendo. Llegué tarde, por supuesto. Me recibió mi amigo con una sonrisa y un abrazo. Café martínez, una licencia más de esas que prometen negocios, era el sitio convenido. La consigna era salir de la rutina del stress por un momento. Pasamos entonces por la familia, los proyectos, los amores y las cuestiones del vivir. Como siempre lo hacemos. Nos reímos a carcajadas de la conexión. Estábamos bien. Estábamos en el lugar que queríamos estar. Hacíamos fuerza para que nuestra amistad no sucumbiera en la rutina de no verse. Hacía tiempo que no lo hacíamos. Empezamos hablando de eso. Terminamos igual. Los encuentros son lo mejor. Uno puede autorrealizar su historia haciendo lo que le gusta y como toda costumbre, creo que en algún sitio eso provoca agobio o saturación. Hablamos de eso. Como cuesta encontrarse en la ciudad. Combinar los horarios, las ganas, las intenciones de estar y el lugar. A veces la previa demanda un verdadero esfuerzo. Esta vez salió fácil. De una. Con la frescura de lo natural. Guiados tal vez por el deseo de compartir una charla que sirva para entender algo nuevo para aprender. Me convertí en un envase repleto de sueños e ilusiones. Me encanto sentirme así. Cerca de lo que realmente tiene valor, de lo que dignifica, de lo que estamos hechos, de la sensibilidad que acompaña. Le entramos a un par de ensaladas griegas que si los griegos no nos quisieran por eso los entendería. Mal se almuerza en el centro. De todos modos, no era lo importante. Nos empachamos de energía y eso genera ser mejores.

miércoles, 4 de marzo de 2009

El rescate


No soy héroe de tv,
Te ve quien ve tu riqueza,
Aun así, somos piezas de ajedrez,
Y después comienza y termina el juego,
Solo al cielo van los corderos,
De aquél tablero salen chispas y más fuego
Sin que asistas te perdiste la miel,
Cien siestas de amantes entre sábanas secas,
Mecas distantes en la tierra de fieles,
Pieles errantes sin calor humano,
Tus manos buscan amor espontáneo,
Instantáneo el golpe que abrió mi herida,
Movida compleja en la que sucumbí,
Gurumí que canta su queja a la flácida luna,
Dunas y mares, amares y rupturas,
Supuran mis labios tu faz purpurina,
Mina de minas, sol del Potosí,
Tosí y tosí tu vicio invasor,
Olor a rosas viejas y a París,
Anclado en mí, vagando por vos,
Tos y mas tos como en cines de estreno,
Truenos y lluvias en cafés de abril,
A mil encuentro tu ombligo, el centro del mundo,
Inundo valles y escarba mi lengua,
Allí mengua el poder del avaro de abrazos,
Retazos del sueño donde sólo te soñé.

La queja

Es que yo ya no puedo fingir
Sufrir es algo más que este sentimiento
Un viento que arrasa todo en mí
Y atrasa tu presencia en mi corazón
En mi corazón
Es que siento tanto poder verte
Pasión indecible que acabara matándome
Ahogándome en el frío
En el lío indiferente de tu corazón
De tu corazón
Si pudiera cambiar ese momento
Y devolverte las riquezas que con vos aprendí
Si pudiera parar al monumento
Del destiempo
Y calmar esta locura de sufrir
De sufrir tanto por mí sin vos.

El mar de Kiro.

En un restaurant del Japón, los que se sientan a comer pueden elegir el pez que se le va a servir en el plato. Kiro, tenía 5 años y era la primera vez que iba. Su abuelo, conocía el lugar y estaba tan contento que hasta se puso un traje con corbata floreada violeta y amarilla para cenar con su nieta.
--Abu… me da pena sacarlo de la pecera. Tienen tantos colores y se ven tan lindos y nadando…—le decía .
---Andá y fijate cuál querés. Ellos ya saben que van a ser comidos. Sólo no los mires a los ojos porque te van a convencer para no salir de ahí.--- le contestó seco el abuelo.
Kiro, pateando fuerte el piso y con cara de enojada, fue hasta el estanque. Ahí vió a dos peces a los ojos. Los peces eran naranjas, blancos, verdes y azules. Tenían en los ojos dos saquitos de té. Eso le llamó la atención a Kiro y se arrimó para ver de cerquita. Los peces se sacaron los saquitos y le dijeron.
--- Hoy no podemos estar en tu plato. Tenemos una fiesta de disfraces. El se va a vestir de pulpo y yo de delfín. Ya tenemos los disfraces preparados. Además estamos durmiendo la siestita para aguantar toda la noche.---le hablaron con sinceridad.
---Pero….¿qué voy a comer entonces?---les contestó kiro preocupada.
---No sabemos, pero de lo que estamos seguros es que todos van a la fiesta. Atrás de esa caracola y entre esa piedra grande están decorando con guirnaldas y florcitas. Ya pronto vendrá la noche. Estamos muy ansiosos y contentos.---
Kiro miró al estanque. Estaba rodeado de mozos y cocineros asombrados y de clientes protestando porque ninguno quería salir. Los peces se acercaron bailando a kiro y le confesaron.
---Hoy nos vamos de parranda después de la fiesta. No le digas a nadie nuestro secreto. Queremos conocer el mar. ¿ Nos llevas?—le propusieron emocionadísimos.
--- No sé… bueno… Está bien---
---Vení dentro de un rato y nos vamos. Traéte un balde de tu casa y algunas lombrices para el viaje---
Kiro volvió a su casa con la panza vacía pero contenta. Su abuelo estaba con mucha bronca y no entendía la sonrisa de su nieta. Había luna llena. A la medianoche, se puso las pantuflas rosas y salió en camisón hacia el restaurant. Estaban cerrando. Se coló por una ventanita y fue a buscar a los peces. Estaban disfrazados y muy alegres.
---Amiguiiiiiitaaaaaaaaa!!!!!! Viniste!!!. ¿Trajiste otro balde?. Vamos todos. ---le dijo el pez disfrazado de delfín.
--- Pero, son muchos…no tengo tanta fuerza para llevar dos baldes…--- respondió.
---¡Si la tenés!. Tu fuerza está en tu voluntad y tus ganas.¡ ¡Vamos todos que kiro nos lleva!!!--- gritó el pez disfrazado de pulpo.
Kiro cargó los baldes unas cuadras con los peces haciendo chistes y riendo a carcajadas. Saltaban en los baldes felices y no paraban de cantar. Terminaban una canción y gritaban.
--¡¡¡Kiro… Kiro… Kiro…!!!--- arengaban los acuáticos disfrazados.
--Paren. Paren. Nos van a descubrir…---los calmaba.
Llegando a la playa los peces no aguantaron y se tiraron de los baldes a correr al mar. Estaban como locos. Los peces disfrazados chapoteando en el agua salada parecían fuegos artificiales. El reflejo de la luna les resaltaba los colores. Era una noche muy especial. Kiro se metió al mar alzada entre todos. El pez disfrazado de pulpo la abrazaba y juntos barrenaban las olas.
--Gracias por ayudarnos. Nosotros venimos para quedarnos. Quedarse en el mar es una fiesta que nunca termina. Siempre vas a estar en nuestros corazones. Vení cuando quieras. Siempre nos vamos a abrazar---le dijo una langosta que estaba disfrazada de pez espada.
Saliendo el sol, kiro volvió a su casa. Se acostó con olor a pescado y con caracoles y arena en los bolsillos. Se durmió soñando con sueño. Soñó volver a encontrarlos alguna vez. Ella ya sabe, que los sueños lindos siempre se cumplen.
*nota de autor: Este cuentito infantil suelo leérselo a mis hijos. Siempre le descubren nuevas reflexiones. Más de una vez me dejan sin decir palabra. Eso en mí, es mucho decir.

martes, 3 de marzo de 2009

Premiando a colegas



Premio otorgado por la creativa escritora de valencia, Anabel Botella y su maravilloso blog sobre ángeles desterrados. Muchas gracias por pensar en mi blog y en mis relatos que tratan de acompañar a quien me lee. Me siento reconocido, y eso es mucho de lo poco.
http://anabelbotella.blogspot.com/
Asistan a su blog que está perpetuando una historia hermosisima.


Y como todos los premios tienen sus instrucciones, les comparto éstas que al recibirlo, en suerte de cadena, deberán continuar con el ritual.
1º.-Exhibir la imagen del sello
2º.-Poner el enlace de la persona que te lo ha regalado.
3º.-Elegir 10 personas para pasárselo.
4º.- Escribirles un mensaje en su blog para que se enteren de su premio.
Los premiados de "Este blog é uma jóia".


Es dificiliiiiiisiiiiimo elegir 10 blogs porque me gustan mucho más de 10.
Aquí mis elegidos:
Seguramente sabrán el porqué de la elección. Si no lo saben, les cuento a modo de secreto confiado, que soy mejor persona leyéndoles.
Gracias por vuestros carismas compartidos.

lunes, 2 de marzo de 2009

Apenas una pena



De a poco se gestó la ilusión,
Cañón de sangre donde fluía el sol
Alcohol seco en heridas viejas
Queja inerte de la pasión
Canción sin pausa para alcanzarte
Bajarte de un viaje la luna llena
Cena que quiso más de mí que de vos
Voz sin eco, ciego sin tutor
Dolor de calles viejas y verdín
Sin sentir tu piel, tu olor
Traidor que avisa es el tiempo
Viento del sur, gélida flor
Amor, amor, amor
Más que amor, ausencia fatal
Mal de males que hechizan las brujas
Agujas enteras en el corazón
Razón que pudo más que el calor
Ardor de mar, carta sin llegar
Dar, dar y dar
Más que dar, existir incondicional
Sal que quema la magia del juego
Fuego lento que se hace ceniza
Trizas que encajan en la mente
Seguramente solo perdí por ganarme una pena.

Destellos

Destellos en el cielo. Caen casi como una estrella fugaz. Pasan cerca raspándome el mentón, dejándome casi tieso. La figura de luz da varias vueltas alrededor para incrustarse dentro de mí, a la altura del pecho. Me hace toser. Trago saliva para pasar algo que digerir pero que no sé qué es. Acomodo mi cuello. Miro si alguien ha visto algo. Las caras alrededor revelan que no existe nada extraño. Cruzo la avenida, y de momento no entiendo porqué en la garúa se pueden ver tales alumbramientos. Empiezo a sentirme observado. Al caminar por la senda peatonal, en pleno cruce, veo como se apagan las luces de los autos al compás de mis pasos, como si mi cuerpo fuera un imán, atrayéndolas. No estoy asustado, mas bien intrigado. Tranquilo, termino de cruzar. Ya del otro lado de la acera, al llegar veo que no cruce la calle. No dejé la vereda de en frente. Eso me confunde. ¿Crucé o me lo imaginé?. Increpo a un señor de piloto azul para saber a donde estoy situado. Me sorprende que no pare ni me conteste. Otro pasa rápido, como escapando de la fina lluvia, y también no escucha mi pregunta. Mi desconcierto ya es total y paso revista de las acciones vividas. No bebí. No me narcoticé. No estoy cansado. Estoy deseoso de seguir en ese efecto pero de saber de que se trata. De pronto vislumbro los colores de la gente y de las cosas. Me atrevo a seguir en la burbuja. Ese efecto extraño del haz de luz. Todo sucede en cámara lenta. Encuentro a mi lado a una niña. Nos miramos y sonríe. Ensayo una mueca tímida y fresca. Me da su mano y accedo sin reparos. Se queda a mi lado por unos eternos instantes y me siento acompañado mágicamente. Algo vino para quedarse y cuidarme. Hay misterios que no se revelan. Secretos que enriquecen. Mística indecible que aparece cuando el cielo llora.
Creo que una angelita vino a mí dejándome iluminado por un ratito.