martes, 6 de noviembre de 2012

Al gitano.

No me cabe tu vida ni en el más completo de los obituarios. Me gustaría recordarte en la mirada de mis hijos, en la playa desierta y el ruido de las olas, perdiéndome ahí en el horizonte, en donde en general se buscan muchos. No me cabe ni una gota de desesperanza. Me basta saber que pasaste por mi vida dándome la imagen del que nunca tuvo imagen. El protagonismo de la gente común que convertías en luz y en estrellas cuando los mirabas. De todos aquellos personajes que dejaste inmortales en todos nosotros. Ojalá no se esfume la forma en que escribías, guionabas, cantabas o dirigías. Ojalá alguna parte de las nuevas generaciones entienda la búsqueda que te propusiste. Ojalá alguno descubra la estrella. Esa que te hizo salir del pozo y te iluminó siempre. Ojalá sigas de paseo filmando en otras dimensiones. A mí me queda decirte gracias y hasta siempre maestro Leonardo Favio.