miércoles, 25 de febrero de 2009

Quien


Tu voz que entrecorta en lloro. La de “closer” sonando de fondo. Paro en un semáforo porque vaya uno a saber porque supe que estaba en rojo. Se me achicharra la panza. Sé que se viene una dieta completa. De afecto, de comidas, de credulidad, de líbido. Sé porque así es. El mar de sugestiones y dudas. Lo único que daba certeza de estar en rojo era mi alma. Estás despidiéndote. Bocinazos en mi espalda me retumban como estruendos. Me quedo paralizado por tu humanidad. Varado en la bocacalle y el tránsito que no me perdona. Me cuesta ver hasta donde llegué. No es culposo, es doloroso. Quería ser caballero en un camino desconocido. No hay nada menos erótico que un hombre entregado. Terminé siendo un compañero servil de una ruta conocida. Si al menos los tiempos hubieran coincidido, me reprocho. Pero eso, es uno de mis peores defectos. Me acuerdo temprano o me ocupo tarde. Soy atemporal. Me había prometido no sufrir más por amor. Que iluso. Cómo pedir algo que no sé ser. Pocas veces me enamoré en mi vida. Si bien, perdí la cuenta de las energías compartidas en la cama, pocas veces fueron sentidas en ese plano. Chesterton solía decir que mejor que enamorarse es que se enamoren de uno. Entonces, le respeto la opinión al inglés una vez más. Igual, sé que seguiré rugiendo porque cada uno vive y muere a su manera. Adentro me dasarmo estoicamente pero creo. Aún creo. Siempre la diferencia está en saber quien me hace mejor persona de lo que soy. Quien me suma. Quien me arropa y me preserva. Quien me atiende en lo que necesito. Quien no esconde el tesoro de jade. Quien comparte ternura. Quien merece confianza. Quien me descubre abrazado a su corazón. Quien sinergia. Quien planea pequeños grandes encuentros. Quien reinventa intensamente. Quien es natural y naturalmente liga. Quien se apodera de uno. Quien rescata. Quien vuela. Quien está a tu lado. Quien no teme que me vaya porque vuelvo. Quien comparte la parte para compartir. Quien está dispuesta y no disponible. Quien se hace mejor porque le das. Quien respira de mi boca. A quien le duele si me duele. Quien…Haberte encontrado cambió mi vida, y eso es mucho de lo poco. Esto existió. Aunque jamás saldrá en los diarios.
El sentir indecible es infinito espiral. Dura lo que se recuerde.

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