jueves, 25 de noviembre de 2010

detrás de las rutinas

Ruta 11. Kilómetro 385. Hay un cartel azul desgarbado que indica el lugar de un monumento. Algo que girando a la izquierda, unos cinco kilómetros más, se encuentra sobreviviendo al desamparo. Doblo. Hacía tiempo que pasaba por ese paraje sin doblar. Se viene, como una cascada caliente en la cara, los recuerdos de la mediática difusión de un crímen. El poder y su prepotencia una vez más haciendo de las suyas. Tomo el camino consolidado de arena y tierra como todos los caminos de campo de la costa atlántica. Vuelan churrinches y mirlos entre el verdor y la polvareda. Comienzo a imaginar su recorrido hasta esa cava macabra. Al llegar se levanta una cruz blanca y resistente. Un hornero construye un nido en un brazo de la cruz. Una paradoja. Una más entre tantas que se construyen a diario en ésta tierra. Mi tierra de gente olvidada y que además olvida.
Me acerco al humilde mausoleo. Algunas inscripciones dejaron huellas. Dejo la mía en el sitio donde José Luis Cabezas enfrentó al poder gatillando imágenes y disparando contra la impunidad con su cámara de fotos.
Tras su asesinato, “ No se olviden de Cabezas” se repetía por todos lados.
Confieso como otros haberlo olvidado detrás de las rutinas.
" El asesinato de José Luis Cabezas atravesó, horizontal y verticalmente, toda la sociedad. Este crimen sacó a la luz todo un tejido de corrupción que vinculaba a ministros, jueces, legisladores, las fuerzas armadas y de seguridad con los intereses de los grandes grupos económicos". del libro El crímen de Cabezas, radiografía de un país mafioso, de Alejandro Vecchi.

7 comentarios:

  1. El caso fue emblemático.
    Por tratarse de alguien relacionado con el periodismo a través de su lente, su caso tuvo una repercusión mediática increible.
    La foto de él en los carteles, los actores gritando la consigna en la entrega de Martín Fierro, los políticos usando el caso para hacerse propaganda unos, para salir mal parados otros. Todo el mundo sabía quien era José Luis. El juicio donde se condenó a asesinos fue seguido por una multitud.

    Pero ¿cuántos casos Cabezas nunca llegamos siquiera a conocer? ¿A cuántos habrán matado y quedaron impunes? ¿Cuántos de estos casos obtuvieron apenas un recuadrito insignificante en la sección de policiales de un matutino y nada más?

    No nos olvidemos de Cabezas.
    De ninguno.

    Gracias por recordar.

    ResponderBorrar
  2. Malena,
    gracias por compartir desde otra perspectiva.
    beso.,

    ResponderBorrar
  3. memoria contra olvido, memoria de todos para todos: los ellos y los nosotros. y justicia.

    ResponderBorrar
  4. ni olvido, ni perdón, para el crimen de Cabezas y para tantos otros.
    es bueno que hayas traído este recuerdo.
    ahora, no olvidemos a Ferreyra.


    besos*

    ResponderBorrar
  5. Cuántos más... todo sigue... y no porque lo hayamos olvidado....
    Corrupcción e impunidad... imposible de parar....?
    Gracias por recodarlo...!
    Un beso

    ResponderBorrar
  6. opa..

    Interesante, siempre que paso me voy pensando..

    Abrazo grande Sereno.

    (El olvido está lleno de memoria, decía Benedetti)
    La justicia debería tener cronometro.

    ResponderBorrar
  7. reina;
    confieso que lo traje casi por ósmosis. Me impresionó el camino. Imaginé la odisea. Encapuchado yendo no queriendo que suceda lo que sucedió. El sitio es increible. El olvido está lleno de memoria recuerda geo. Así es.

    beso,

    Geo,
    la puerta siempre abierta para usted. La ventanas con vistas al jardín sonoro también.
    cierto su comentario...

    beso,

    ResponderBorrar

cuentame tus luces