viernes, 30 de abril de 2010

hermanos

Diego se acercó cuando casi todos se habían ido. Entró al lugar que olía a sudor y caras tristes. Se acercó pidiendo permiso y se sentó en la banca. Algunos le saludaron mientras Gabriel estallaba su rostro contra la ducha de agua caliente. La cabeza y el corazón le detonaban un llanto bajo el agua. Las gotas de calor y pena se mezclaban. Nadie se percató de eso. Diego, desde el otro lado del juego, desde la victoria digna, le esperó paciente.
Gabriel salió envuelto en un toallón un largo tiempo después. No hubo palabras inmediatas. El vestuario era un santo sepulcro. La imagen del abrazo sabía a entierro y tristeza.
--Vení boludo vení.—le dijo Diego.
-- No me rompas las bolas.—contestó Gabriel.
Dicen que así se encontraron los hermanos Milito luego de que el Inter eliminara al Barça de la copa.
Cuando todos se van la nota del corazón permanece. Como en los perfumes, la nota de color se evapora y queda fija la de esencia. Así se encontraron en la competencia y el alma.
Así los hermanos son lo que siempre son.

4 comentarios:

  1. Hermanos.

    "la nota de color se evapora y queda fija la de esencia"

    Beso.

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  2. El vestuario era un santo sepulcro. La imagen del abrazo sabía a entierro y tristeza.

    vamos rescantando tus frases!!! :)

    ("no me rompas las bolas" jaja Me cae bien, Gabriel además es un nombre muy significativo para mi)

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  3. El cariño prevalece como las buenas escencias, sin duda así es, después de todo y antes de nada.

    Biko grandote.

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  4. Hay algo invisible pero intenso detrás de lo que otros no ven. Permanece una esencia, sagrada, inviolable. Aquella que subliman los lazos. Aquella que sobrevive a momentos adversarios o adversos.
    La que está labrada a sentimientos y sangre.
    beso,

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