lunes, 6 de abril de 2009

El haz de luz

Mientras ella hace que piensa. Posa para una foto. Escribe en su cuaderno.
"Sólo deseo que seas vos quien esté detrás de la cámara tomando el haz de luz antes de que se vaya al infinito".




" No podemos cambiar nada sin antes comprender. La condena no libera, oprime." Jung.



Apareció en un haz de luz por la hendija de la claraboya. Ella cocinaba algo tan rico como le sabía su estado. Se había enamorado de su sonrisa. De lado quedaban cuestiones pasadas. En el living reían las sombras por las ropas dejadas cuando corrían apresurados para llegar al cuarto. La catedral del deseo en donde se erizaban las pieles. Estaban cerca de todas la imperfecciones. Ella, irónica y desenfadada construía un mundo de ensueños. Salvaje en el bosque de cemento. Rescataba el instinto. Rozaba la locura del dar. Inquieta y temible. Sagaz y tierna. Ordenada en el caos. En sus bordes se había instalado él. El, mago sin rumbo aparente. Sólo conocía otros sitios. Daba quedando en deuda y lo daba todo. Sensible y parlanchín. Rey sin reino. Al margen del mundo oficial. No existe la calma en el amor. No se doma. Está paradójicamente suelto. Va de cuerpo en cuerpo buscando refugiarse un poquito de quienes lo maltratan. Quienes prometen en su nombre. Ella cocinaba sin dejar de escuchar, de ver, de pensar. Sobre todo de pensar. El volvía a ella sin dejar de escuchar, de ver , de pensar. Sobre todo de pensar. Juntaban fragancias de jazmín para llenar sus espacios. Almendros y abetos para darle frutos y sombra. A veces volaban. Planeaban sueños tan reales como la realidad soñaba verlos cumplidos. Exquisitamente equivocados. Se espejaban. Se deseaban. Se apenaban. Se negaban. Se desencontraban. Nada fue suficiente para sus esperas.
Cuando el miedo les copó la parada, lo que generó la luz murmuró.
--No se merecen el regalo—
Y sólo la hornalla quedó encendida quemando la cena.


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7 comentarios:

  1. NdeA, al terminar el relato. Encontré una síntesis, por eso la remarqué en negritas.

    Espero que les guste.

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  2. No, me rebelo contra el final, me instalo allí con una linterna, una cerilla y sino este mechero, lo enciendo y mando señales secretas a la luz, que se extraña y su curiosidad hace que venga hacía mi. Luz te planto cara, no seas así de hosca, no dejes de dar luz a los amantes, en un desencuentro se pueden encontrar, y sino no es así da igual no les dejes de iluminar, yo te ayudaré si quieres a seguirles con mi luz y a hacer la espera más llevadera. ¿sabes jugar a las sombras? ¡¡no!! ¿dónde se ha visto una luz que no sepa jugar a las sombras?. Pues yo te enseño mientras hacemos algo para cenar.

    Muchas gracias por pasarte por mi mundo. Para mí si que es un gustazo leerte y seguir tus relatos. Muchos besos.

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  3. Como siempre, encantador. Me encanta tu prosa, realmente con un estilo especial, me gustó la historia.
    Besos,
    *Lisa*
    PD: Tu estilo me recuerda al de algún escritor, pero, como estoy cansada, no recuerdo su nombre...

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  4. Mientras cocinaba me acordaba de "como agua para chocolate". Como dice Atenea, de eso nada! la luz ha de seguir ahí aunque se pierdan y no se encuentren o aunque se encuentren y no quieran perderse. No solo conoces los secretos del sol sino también el de las palabras : ) Un abrazote recién horneado

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  5. UN TEXTO DE UNA EXQUISITEZ ABSOLUTA!Jun un capo!
    Tere.
    Vengo de la casita de mi adorada Shao.

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  6. "Jung" problemas con mi teclado, simplemente hay que tirarlo y comprar otro, asi de facil, je!

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  7. Atenea; gracias por la invitación. Cenemos palabras y conversaciones. Nos llenará la panza y el alma de gozo.
    besos,

    Lisa, cuando despiertes contame. Aunque creo que llevo parte de todos los escritores que he leído.

    besos,

    Shao; mi estimada creativa. Todos tenemos una lucecita que se hace haz vigoroso al encontrarse con otra lucecita. Entonces el planeta brilla más en ese punto. Sólo se halla con el GPS de amor verdadero.

    besos,

    Tere; gracias por tu llegada a mis palabras. Jung fue una parte estudiada alguna vez. Hoy me lo trajo de la mano una persona especial, en el regalo de un viaje distinto.

    beso,

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cuentame tus luces