miércoles, 4 de marzo de 2009

El mar de Kiro.

En un restaurant del Japón, los que se sientan a comer pueden elegir el pez que se le va a servir en el plato. Kiro, tenía 5 años y era la primera vez que iba. Su abuelo, conocía el lugar y estaba tan contento que hasta se puso un traje con corbata floreada violeta y amarilla para cenar con su nieta.
--Abu… me da pena sacarlo de la pecera. Tienen tantos colores y se ven tan lindos y nadando…—le decía .
---Andá y fijate cuál querés. Ellos ya saben que van a ser comidos. Sólo no los mires a los ojos porque te van a convencer para no salir de ahí.--- le contestó seco el abuelo.
Kiro, pateando fuerte el piso y con cara de enojada, fue hasta el estanque. Ahí vió a dos peces a los ojos. Los peces eran naranjas, blancos, verdes y azules. Tenían en los ojos dos saquitos de té. Eso le llamó la atención a Kiro y se arrimó para ver de cerquita. Los peces se sacaron los saquitos y le dijeron.
--- Hoy no podemos estar en tu plato. Tenemos una fiesta de disfraces. El se va a vestir de pulpo y yo de delfín. Ya tenemos los disfraces preparados. Además estamos durmiendo la siestita para aguantar toda la noche.---le hablaron con sinceridad.
---Pero….¿qué voy a comer entonces?---les contestó kiro preocupada.
---No sabemos, pero de lo que estamos seguros es que todos van a la fiesta. Atrás de esa caracola y entre esa piedra grande están decorando con guirnaldas y florcitas. Ya pronto vendrá la noche. Estamos muy ansiosos y contentos.---
Kiro miró al estanque. Estaba rodeado de mozos y cocineros asombrados y de clientes protestando porque ninguno quería salir. Los peces se acercaron bailando a kiro y le confesaron.
---Hoy nos vamos de parranda después de la fiesta. No le digas a nadie nuestro secreto. Queremos conocer el mar. ¿ Nos llevas?—le propusieron emocionadísimos.
--- No sé… bueno… Está bien---
---Vení dentro de un rato y nos vamos. Traéte un balde de tu casa y algunas lombrices para el viaje---
Kiro volvió a su casa con la panza vacía pero contenta. Su abuelo estaba con mucha bronca y no entendía la sonrisa de su nieta. Había luna llena. A la medianoche, se puso las pantuflas rosas y salió en camisón hacia el restaurant. Estaban cerrando. Se coló por una ventanita y fue a buscar a los peces. Estaban disfrazados y muy alegres.
---Amiguiiiiiitaaaaaaaaa!!!!!! Viniste!!!. ¿Trajiste otro balde?. Vamos todos. ---le dijo el pez disfrazado de delfín.
--- Pero, son muchos…no tengo tanta fuerza para llevar dos baldes…--- respondió.
---¡Si la tenés!. Tu fuerza está en tu voluntad y tus ganas.¡ ¡Vamos todos que kiro nos lleva!!!--- gritó el pez disfrazado de pulpo.
Kiro cargó los baldes unas cuadras con los peces haciendo chistes y riendo a carcajadas. Saltaban en los baldes felices y no paraban de cantar. Terminaban una canción y gritaban.
--¡¡¡Kiro… Kiro… Kiro…!!!--- arengaban los acuáticos disfrazados.
--Paren. Paren. Nos van a descubrir…---los calmaba.
Llegando a la playa los peces no aguantaron y se tiraron de los baldes a correr al mar. Estaban como locos. Los peces disfrazados chapoteando en el agua salada parecían fuegos artificiales. El reflejo de la luna les resaltaba los colores. Era una noche muy especial. Kiro se metió al mar alzada entre todos. El pez disfrazado de pulpo la abrazaba y juntos barrenaban las olas.
--Gracias por ayudarnos. Nosotros venimos para quedarnos. Quedarse en el mar es una fiesta que nunca termina. Siempre vas a estar en nuestros corazones. Vení cuando quieras. Siempre nos vamos a abrazar---le dijo una langosta que estaba disfrazada de pez espada.
Saliendo el sol, kiro volvió a su casa. Se acostó con olor a pescado y con caracoles y arena en los bolsillos. Se durmió soñando con sueño. Soñó volver a encontrarlos alguna vez. Ella ya sabe, que los sueños lindos siempre se cumplen.
*nota de autor: Este cuentito infantil suelo leérselo a mis hijos. Siempre le descubren nuevas reflexiones. Más de una vez me dejan sin decir palabra. Eso en mí, es mucho decir.

8 comentarios:

  1. En la pecera se olvidaron al pez disfrazado de langosta, que aunque daba saltos se había enganchado con la caracola. - Tendría que haberme pedido el de pulpo que agarra mejor.- Vio como todos se marchaban y él se quedaba en aquella pecera donde solo quedaban piedrecitas de colores. Desolado y solo, de pronto notó como unas manos arrugadas por el sol y la edad, le cogían con mucho cuidado, era el abuelo que le sonreía, vamos con mi nieta que va a llegar ya al mar. Lo metió en una cacerola de la cocina y fue corriendo a la playa. Allí se junto a celebrar la liberación con su nieta. Gracias por pasarte por mi blog. Esta historia es chulísima. Besos.

    ResponderBorrar
  2. Atenea; lo que agregaste esta muy bueno. otra reflexion que sumo al relato.
    gracias.

    ResponderBorrar
  3. Precioso cuento. En cuanto tenga oportunidad se lo contaré a los mellizos. Empezaré diciendo: tengo un amigo que enciende los faros de la luna......una noche concluida su tarea me contó...

    Un beso.

    ResponderBorrar
  4. woooaaa... me encanta! ya vi el video de youtube! me encanta la letraa!! y si es improvisada como seran las escritas a concienciaaa!!!! genial!!! un bss
    Angi

    ResponderBorrar
  5. Que lindo. Me puso de buen humor este cuento. Quiero ser Kiro. Quiero ir al mar!
    Saludos

    ResponderBorrar
  6. Hermosísimo, sabiamente escrito para que los niños reflexionen y nos dejen sin palabras.


    Yo podría ser arena de los bolsillos?

    Un beso!

    ResponderBorrar
  7. me quedo angustiada por el filete de pescado que me acabo de comer. muy lindo el cuento. es tuyo?

    gracias por pasar por mujerongas. también yo te agregué a mi blogroll. muy lindo cada vez que paso por acá, me voy con sonoras sensaciones y profundas reflexiones.
    un beso

    ResponderBorrar
  8. Luna; siempre con la emoción exacta hecha poesía. Me siento tu amigo, por supuesto que podés comenzar el cuento así. Verás que te agregaran otros finales... es un fija.

    Aley; me alegra que te haya gustado... a veces salen cosas así. pronto compartiré el secreto con otros blogs amigos.

    Rayu; me alegro que te guste, por supuesto que sos más que la arena, caracola, y murmullo del mar.

    Grettel; no te angusties, toda la producción de éste blog es de mi autoría. Salvo algunas etiquetas tomadas de prestado a mis colegas. Gracias por seguir en el puente.

    ResponderBorrar

cuentame tus luces